Raúl Entrerríos

El último Europeo del líder de los ‘Hispanos’

10/01/2020 · Por Iñigo Esteban
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Raúl Entrerríos capitaneará a los ‘Hispanos’ en el Europeo de balonmano y tratará de lograr el pasaporte para estar en los JJ.OO. de Tokio. © RFEB

Ser el jugador de campo que más veces se ha puesto la camiseta de los ‘Hispanos’ no le ha quitado el hambre. El capitán de la selección española de balonmano Raúl Entrerríos llega al Europeo con la misma voracidad que el primer día, donde tratará de revalidar el cetro continental que alzó en 2016 y conseguir el billete directo para su última gran competición: los JJ.OO. de Tokio.

Cualquier aficionado al deporte asociaría su apellido al balonmano. Y aunque parte del mérito también pertenece a su hermano Alberto –ex jugador de la selección–, Raúl Entrerríos (Gijón, 1981) puede presumir de ser el tercer español con más internacionalidades. Le robamos unos minutos a escasos días del debut de la selección en el Europeo para charlar con él sobre estos años en lo más alto del balonmano, la responsabilidad que conlleva una trayectoria como la suya o su inminente retirada.

¿Cómo encuentras al equipo de cara al campeonato? ¿Contar con la misma base de jugadores que conquistó el Europeo de 2016 da confianza?

El equipo está en forma, con muchas ganas de competir y de intentar estar entre los mejores. Somos los vigentes campeones, lo que hace todavía más especial este Europeo. Eso no significa que no vayamos a trabajar con la misma humildad y las mismas ganas que el resto de selecciones.

A diferencia de las Guerreras, llegáis al Europeo con la plaza para el preolímpico asegurada, lo que, de algún modo, tranquiliza.

Es cierto que nosotros nos garantizamos la plaza para el preolímpico en el anterior campeonato del mundo, pero en este Europeo podemos clasificarnos directamente para Tokio, lo cual lo hace mucho más competitivo y exigente, ya que todas las selecciones quieren tener esa opción.

Ellas, con su reciente plata mundialista, han puesto el listón muy alto.

Las chicas han conseguido un resultado muy bueno y pretendemos seguir en esa misma línea. Ojalá podamos repetir y darle continuidad, sería una muestra de que el balonmano español vive un gran momento y que está donde se merece.

“Mantengo el mismo hambre que el primer día. Siempre he sentido que jugar con la selección es un privilegio”

¿Es más complicado un Europeo que un Mundial por la calidad de los equipos del viejo continente?

Así es. Si bien últimamente los países no europeos han dado un gran salto en cuanto a competitividad y calidad técnica, el balonmano sigue siendo de“dominio europeo”. Por eso, cuando acudes a un Europeo se nota, ya que no hay un partido sencillo y juegas contra selecciones que tienen gente muy consolidada, grandes plantillas, jugadores de las mejores ligas… Ya vimos lo difícil que es competir en estos grandes campeonatos, como lo fue el Mundial de 2018, y este Europeo no va a ser menos.

El año pasado anunciaste tu retirada de la selección para después de los JJ.OO. Este podría ser tu último gran torneo con los Hispanos, ¿cómo lo afrontas?

Esperemos que no sea el último ¡y que pueda estar en otro gran torneo en verano! (risas). Es cierto que, viéndolo así, podría tomarme este Europeo como la última oportunidad de disputar un campeonato con la selección, pero no es algo a lo que le dé muchas vueltas. Simplemente quiero disfrutar del presente y centrarme en estos partidos que tengo por delante. Ya tendré tiempo para valorar y echar la vista atrás.

Eres capitán, el tercer jugador con más partidos y el primero de campo con más internacionalidades. ¿Cómo ha cambiado Raúl Entrerríos a lo largo de estos años?

Mucho, como es lógico, aunque hay similitudes con el jugador que empezó. Sobre todo, mantengo el mismo hambre que el primer día. Siempre he sentido que jugar con la selección es un privilegio; representar a mi país, tener la oportunidad de darlo todo por esta camiseta y defender lo que representa. Cuando empecé, sumar tantos partidos era algo impensable para mí. Me enorgullece mucho situarme hoy a la altura de figuras tan representativas del balonmano español. Es también lo que me motiva a seguir trabajando y a aportar al equipo todo lo que puedo, que es lo que siempre he hecho.

¿Sientes una mayor responsabilidad al ser ahora quien da los consejos a los más jóvenes?

Ser veterano y capitán conlleva una responsabilidad que va más allá de lo que es jugar.  Considero que la mejor forma de ejercer el liderazgo o la capitanía es con el ejemplo, por eso intento transmitirlo desde dentro, mostrando el camino que me han enseñado a mí los grandísimos capitanes que he tenido. Básicamente, intento trasladar el espíritu y la forma de trabajar que tenemos en el equipo nacional, que es lo que nos ha llevado a conseguir tantos éxitos en estos años.

¿Cuáles son tus mantras en el campo?

El juego colectivo y el compañerismo.

¿Cómo desconectáis en concentraciones tan largas?

Frente a competiciones como estas es muy difícil desconectar porque suelen ser días muy intensos: jugamos muchos partidos, muy seguidos y con pocas jornadas de descanso. El desgaste es importante, tanto a nivel físico como mental, y por eso en el tiempo libre lo mejor es evadirte leyendo, escuchando música o hablando con la familia para no perder el contacto con la realidad del otro lado del teléfono… En mi caso también he estado estudiando —acabo de terminar mi carrera y de empezar un máster—. Tengo que aprovechar en días como estos, porque con los niños en casa es difícil concentrarse (Risas).

Tu hermano Alberto es también otro ilustre del balonmano español. ¿Crees que la genética juega a favor, como ocurre también con los Dujshebaev, por ejemplo?

No sé si hay algo genético, pero está claro que en nuestra familia tenemos condiciones para este deporte. La educación que nos han dado nuestros padres ha sido fundamental, ya que desde muy pequeños nos han inculcado la cultura del esfuerzo y de ganarse el respeto a base de trabajo. Siempre hemos entendido el ser miembros de un equipo como algo especial, asimilándolo con disciplina y dando lo máximo de nosotros mismos.

No todos tus compañeros han tenido tu suerte de poder desarrollar toda su carrera en España. 

El principal problema, y no solo en el balonmano, ha sido la crisis económica. Muchos han tenido que irse al extranjero porque hay equipos que compiten con muchos más recursos o facilidades económicas. Por eso es difícil ahora mismo retener el talento español en nuestra liga. Sin embargo, creo que nos encontramos en el buen camino, ya que estamos intentando volver a ser una liga mucho más profesional, sobre todo, a nivel de márketing. Construir una buena competición es fundamental porque el balonmano nacional sigue siendo un buen deporte, atractivo, con jugadores de mucho nivel. Ojalá llegue el momento en el que todos los españoles podamos permanecer en nuestra liga.

¿Cómo te ves en los próximos años?

Seguiré en el balonmano de forma directa y es algo que ya está encaminado. Cuando renové con el Barça, la intención era continuar ligado al club una vez me retirase. Me he formado para poder entrenar y, sin duda, seguiré vinculado a este deporte, trabajando y aprendiendo al otro lado de la pista.