Vivir y competir durante catorce años entre las estrellas de la NBA solo está al alcance de unos pocos. José Manuel Calderón pertenece a ese grupo de talentos españoles que han escrito las páginas doradas de la historia de nuestro baloncesto y que se han batido el cobre en la mejor liga del mundo.
Desde su despacho en Nueva York, José Manuel Calderón (Badajoz, 1981) sigue vinculado al campeonato más prestigioso de baloncesto del planeta. Lo hace como enlace entre los jugadores y la propia NBA, gracias al respeto que se ganó sobre la pista durante sus años de jugador. Respeto que, junto con su amigo Pau Gasol y otros ilustres de nuestro baloncesto (Garbajosa o Marc Gasol, entre otros) consiguió a base de éxitos como el Mundial de 2006 o las tres medallas olímpicas. “No echo tanto de menos competir como pensaba; ahora tengo otros retos”, asegura.
El pasado mes de octubre, Calderón anunciaba el punto final a una carrera repleta de logros individuales y colectivos. Se convirtió en un ídolo en Canadá, donde consiguió el mejor porcentaje en tiros libros en una temporada regular de la NBA con un 98,1% de acierto, siendo además el tercer jugador con más partidos de los Toronto Raptors y el máximo asistente histórico de la franquicia. También fue el primer jugador nacional en disputar unos playoffs con un papel fundamental. Sin embargo, el extremeño es de los que siempre han priorizado el equipo por encima de las individualidades. “Hubo días que eran asistencias, otros eran bandejas, otros días eran tres triples... Creo que siempre hay que poner el equipo primero”, afirma.
“Hubo días que eran asistencias, otros eran bandejas, otros días eran tres triples... Creo que siempre hay que poner el equipo primero”
Su inteligencia para organizar el juego también fue una de las armas más mortíferas de la mejor generación de baloncesto que ha dado España. “Hay muchos momentos especiales con la selección. Mi debut fue impresionante; poder representar a España por primera vez, el primer paseo en los Juegos Olímpicos con la bandera...”, recuerda. Y es que con el combinado nacional lo ha ganado prácticamente todo: oro mundial en Japón 2006 y en el Eurobasket de 2011; plata en los JJ. OO. de Pekín 2008 y Londres 2012 y en los Eurobaskets de Suecia 2003 y España 2007; y bronce en los juegos de Río 2016 y en el Eurobasket 2013 de Eslovenia. “Es increíble lo que hemos logrado. Y cuanto más tiempo pase, más nos daremos cuenta”.
Precisamente este verano, algunos de los que fueron sus compañeros en la selección española y que se hicieron con el oro en el Mundial de China de septiembre tratarán de lograr el primer oro olímpico para nuestro país. “Tenemos un muy buen equipo y cada uno conoce bien su rol. A partir de ahí, solo se trata de jugar. Ya hemos demostrado que mentalmente somos muy fuertes”, apunta Calderón con optimismo. Sin embargo, la baza de los Gasol y compañía —“Esperemos que Pau no se retire hasta después de los Juegos de Tokio”, comenta el pacense sobre la presencia de uno de sus compañeros de batalla— no es la única que tenemos en baloncesto de cara a los Juegos deTokio. La selección femenina también está entre las opciones más claras de medalla con las que contará la delegación española en los próximos JJ. OO. Sus últimos logros, como el reciente Eurobasket reconquistado en verano de 2019, lo avala. “Es increíble lo que están haciendo las chicas. Son muchos años seguidos de medallas”, dice.
“Tenemos un muy buen equipo y cada uno conoce bien su rol. A partir de ahí, solo se trata de jugar. Ya hemos demostrado que mentalmente somos muy fuertes”
Al margen de la selección, en nuestra liga solamente pudimos disfrutar durante seis temporadas del talento de Mr. Catering, apodo que le puso el periodista Andrés Montes por sus penetraciones a canasta y sus bandejas. En 2005 puso rumbo a Toronto, donde estuvo ocho años, y más tarde, sus continuos traspasos le llevaron a diferentes puntos de Estados Unidos. Desde Detroit a Dallas o Nueva York, pasando por Chicago, Los Ángeles, Atlanta y Cleveland. Sin embargo, a pesar de que descartó volver a la ACB y retirarse así sobre nuestras canchas, Calderón sí cuenta a día de hoy con la opción de regresar a su tierra en un futuro. “Si he aparcado el baloncesto es porque tenía muchas ganas de pasar más tiempo con mi familia”, reconoce. “Me apetece volver a España, estar con mi gente y vivir relajado. Disfrutar de la vida sin pensar en que al día siguiente tengo que entrenar”.
