Carolina Gaitán

La actriz que sabía volar

29/04/2022 · Por Beatriz Portinari
La actriz Carolina Gaitán, voz de Pepa en 'Encanto'
La actriz Carolina Gaitán, voz de Pepa en 'Encanto', interpretó la canción 'No se habla de Bruno' en la pasada gala de los Óscar. @Alfredo Arias

Cuenta la familia de Carolina Gaitán (Colombia, 1984) que ya desde pequeña apuntaba maneras y siempre fue comunicadora imparable, pizpireta, curiosa y cantante casi desde el nacimiento. Curiosamente, la intérprete pasó de memorizar las canciones de Disney en su infancia a convertirse en el personaje de Pepa en la reciente película de animación, ‘Encanto’.

En la gala de los Óscar y con tres nominaciones para Encanto, Gaitán presentó con orgullo el tema principal del largometraje, No se habla de Bruno, como reivindicación de su Colombia natal, pero también de sus casi 20 años de carrera profesional. Una trayectoria que comenzó como ganadora del concurso televisivo Popstars en 2002, continuó con el grupo musical Escarcha y después en solitario. Ha compaginado su faceta musical con una destacada presencia en cine y televisión, en series como Narcos, Sin senos sí hay paraíso, o la reciente Malayerba. La intérprete colombiana se encuentra en Madrid para entregar uno de los galardones en la novena edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano, que se celebra el 1 de mayo.

¿Cómo recuerdas tu niñez, con una vida entre aviones y naturaleza?
Mi infancia fue muy atípica pero muy hermosa: mi padre es piloto comercial y mi madre es piloto privado, así que crecí entre la tierra, la selva y el aire. Vivíamos en una casa “quinta”, que decimos, en pleno Llano; teníamos todos los animales que te puedes imaginar, venían de la montaña que quedaba frente a mi casa. Éramos cinco hijos y mis recuerdos de infancia son muy felices, muy acompañada, siempre sucedía alguna aventura. Imagínate ver toda la selva desde el aire, recuerdo esos paseos con toda mi familia en la avioneta.

E incluso te dejaban “pilotar” de niña.
Sí, qué belleza… Mi padre me decía “Chirlo, venga para acá”, porque él me llama así, por el chirlobirlo (Sturnella magna), que es un pajarito de patas flacas. Y yo me sentaba con él y cogía el timón y… guau. ¿Sabes esa sensación de sube y baja, como si se hiciera un vacío en el aire? Y mis hermanas decían: “¡No más, Carolina, no más!”. ¡Sí, más! Siempre me gustó el riesgo, esa sensación de caer al vacío. Fíjate que eso quizá tiene mucho que ver con la carrera que escogí: sentir que se puede volar, que se pueden sentir muchos vacíos, pero al final, si sujetas el timón en las manos, se puede seguir volando. 

De pequeña memorizabas las canciones de las películas de Disney… y finalmente te convertiste en la voz de uno de sus personajes, Pepa, en la película Encanto. ¿Cómo fue ese salto?
No es que me supiera solo sus canciones, ¡es que veía las mismas películas Disney cinco veces al día con mi hermano! Todavía hoy me vienen a la cabeza frases de Alicia en el País de las Maravillas o de la Bella y la Bestia. Por eso, cuando me presenté a la audición para hacer una película de Disney y me escogieron, cumplí un sueño, aunque en ese momento ni siquiera sabía que sería una película sobre Colombia. Así que para mí ha sido una maravillosa coincidencia, o “diosidencia”, que precisamente la canción que interpreto en la banda sonora de la película haya sido número uno en la lista Billboard.

“Para mí, el talento es eso que te es dado, algo que viene contigo, como una misión en la vida”

¿Crees que Encanto es una forma de romper con los estereotipos sobre Colombia?
Absolutamente. Y eso solo se da cuando los contenidos están tan bien logrados que el público lo aplaude, lo consume y lo vuelve rentable. Esta película genera eso. Ya sabemos que los contenidos que reflejaban nuestro país a nivel de narrativa funcionaban muy bien y por eso se seguían haciendo, pero a través de Encanto estamos mostrando otra Colombia que también es comercial. Me enorgullece mucho porque enseñamos nuestra gastronomía, nuestros colores, nuestro carácter, nuestro clima… Siempre hemos querido mostrar eso que nos hace sentir orgullosos.

¿Qué supuso para ti interpretar uno de los temas de la banda sonora, No se habla de Bruno, en la Gala de los Óscar? ¿Crees que ese momento ha sido clave en tu carrera?
Si hiciera una línea de tiempo para buscar los momentos de mayor exposición artística, la gala de los Óscar tendría un lugar importante, por supuesto. Pero otro reto, para mí, ha sido llenar un teatro de 900 espectadores durante una hora y cuarenta minutos yo sola. Creo que la experiencia previa en los escenarios es muy importante a la hora de pararte en los Óscar sin que se te caiga el micro… Yo respiré y me dije: “Carolina, ¿cuántas veces has hecho esto? Muchas. Sea una o dos personas, sean cientos en un teatro o te escuchen figuras reconocidas. Es lo mismo. Todos merecen el mismo respeto, este público también se lo merece”. Ese fue mi pensamiento en los Óscar y así pude salir a cantar.

En tu trayectoria personal y profesional has superado momentos difíciles… ¿Dónde buscas la fortaleza para seguir adelante?
A veces solo hablamos de los éxitos, pero es bueno también hablar de lo difícil para recordar que, si eres aguerrido, puedes alcanzar tus logros. He tenido que vivir la pérdida de un hermano, que mis padres en un momento determinado no me pudieran ayudar con los estudios… Como pasa en muchos hogares, soy una más. Pero si tienes una familia fuerte, que solo quiere salir adelante a través de cosas positivas como el trabajo, puedes lograrlo. Diría que mi padre es mi mayor inspiración: él es la persona más resiliente que conozco, quien más me ha apoyado en mi carrera y me ha animado a seguir mi sueño. Él quería ser piloto desde pequeño, algo que puede parecer muy difícil en su contexto, pero lo consiguió.

A nivel musical, ¿quiénes serían tus referentes?
Escucho muchos boleros, Omara Portuondo, por ejemplo. Hay historias muy hermosas que se cuentan en la narrativa de las canciones, como La Lupe, que interpreté en la serie Celia. Inspirada en ella, construí un monólogo musical para teatro, Vida porque solo hay una, donde no solo produzco, sino también interpreto seis personajes, canto y hago todo un recorrido a través del son cubano, el bolero y la salsa. Lo hice pensando en las tormentosas vidas de las grandes divas de la música, como Nina Simone, Janis Joplin, Aretha Franklin, La Lupe… Mujeres a las que la vida no les fue fácil, pero a través de su arte y de su música comunicaban desde sus entrañas.

Quizá estas mujeres tenían en común el talento. ¿Cómo lo definirías?
Para mí, el talento es eso que te es dado, algo que viene contigo, como una misión en la vida. Lo debes tomar en serio y desarrollarlo con disciplina, porque a través de tus talentos puedes cambiar no solo tu vida, sino la vida de muchos otros.

“Los Platino reflejan que solo estamos separados a nivel físico, porque a nivel artístico tenemos mucho en común”

Tanto en este espectáculo como en algunas de tus canciones empoderas a la mujer. ¿Crees que es importante reivindicar ese papel femenino?
Completamente. Sí me interesa que haya títulos en la música de mujeres que hablen de frente, sin miedo. Me encanta la posibilidad de seguir abriendo mercados para llevar ese tipo de mensajes a través de las historias, de los personajes que interpretas y de las canciones que cantas. Estamos en un momento en que vale mucho la pena reivindicar que las mujeres tenemos un lugar en la sociedad muy importante, donde tenemos mucho por contar, mucho por aportar y mucho por inspirar.

¿Qué supone para ti participar este fin de semana en los Premios Platino como presentadora de un galardón?
Si supieras la felicidad que me da volver a Madrid por este motivo… La oportunidad de participar en los premios es una maravilla, incluso por saber que estuve prenominada en una de las categorías con la serie Malayerba. Me siento muy honrada, muy contenta y muy orgullosa de poder estar en esta edición.

¿Crees que los Premios Platino sirven para fortalecer las sinergias entre el talento iberoamericano?
Es muy hermoso ver que en España se consumen nuestros contenidos, tanto como allá se consumen los contenidos españoles. Los Platino precisamente reflejan esto: que solo estamos separados a nivel físico, porque a nivel artístico tenemos mucho en común. Independientemente del lado del charco donde vivamos, entre todos hacemos un cine más inclusivo y más diverso. Esa sinergia implica a mi país, pero también a todos los latinos y a todos los que consumimos contenidos de habla hispana y de las sinergias sale lo mejor.