Después de diez años, De la Puríssima dice adiós. La banda, liderada por Julia de Castro, voz y alma de este grupo que se atrevió a fusionar el cuplé con el jazz, se despedirá para siempre de su público en una memorable actuación en el marco del Festival de Otoño. Amén.
De la Puríssima se despide. Después de diez años, la polifacética Julia de Castro (Ávila, 1984), alma máter de la formación, ha decidido poner broche final al proyecto que la convirtió en una de las artistas más necesarias de nuestro país. “De la Puríssima se ha agotado como medio de expresión. Tanto Miguel Rodrigáñez —compositor y contrabajista— como yo sabíamos que era un proyecto conclusivo desde el comienzo y teníamos claro que no queríamos que se fuera apagando poco a poco. Tuvo un sentido y un objetivo, que era el tránsito de la juventud a la madurez, de mis 25 a mis 35 años, un tiempo muy estimulante, y ese sentido se ha agotado. Lo importante era acabarlo bien”, cuenta a Talento a bordo.
En ese tránsito temporal, Roma y, sobre todo, la beca de Artes Escénicas de la Real Academia de España en esta ciudad que recibió el año pasado fue decisiva. “Mi año en Roma tuvo mucho que ver con este punto de inflexión. Allí conviví con muchos artistas, pude investigar y sentirme libre económicamente, lo que hizo que, si bien me fui con una beca escénica, regresé como escritora, algo que me ha abierto a otros lenguajes”. El resultado de su paso por la Ciudad Eterna ha culminado en la publicación del libro La retorica delle puttane (Ed. La Fábrica), una mirada femenina sobre la prostitución.
El definitivo adiós de De la Puríssima se materializará el próximo 16 de noviembre en su última actuación Exhalación: vida y muerte de De la Puríssima, que tendrá lugar en los Teatros del Canal en el Festival de Otoño de Madrid en el que el cuarteto —además de Julia de Castro y Miguel Rodrigáñez, el grupo lo integran el batería Gonzalo Maestre y el pianista Jorge Vera— se despedirá de su público. “Vamos a hacer un recorrido por todas las épocas, desde nuestra fase más italiana, más de cuplé, hasta esta última, más oscura, más electrónica”. Julia de Castro promete que este último espectáculo estará lleno de sorpresas, y que por él pasarán no solo músicos, sino creativos y gente que, de una forma u otra, ha formado parte de la vida de De la Puríssima. “Será un espectáculo intenso y arriesgado, tanto física como musicalmente”, asegura.
Julia de Castro, cantante de De la Puríssima. © Kela Coto
Y es que en estos diez años han sido muchos los nombres que han colaborado con este grupo que nació como un proyecto de tránsito en la que la música era el medio más directo y ritualístico desde el que plantear temas como el sexo, la tauromaquia, el folclore o la religión, pero en el que siempre se han mezclado diversas disciplinas en búsqueda continua de un lenguaje que profundice sobre las letras que Julia de Castro crea.
Desde el director de cine Eduardo Chapero-Jackson, quien rodó su primer videoclip, coprotagonizado por la propia De Castro y Bárbara Lennie; pasando por la dramaturga María Folguera, que ha colaborado en los textos; el Cuarteto Quiroga (Premio Nacional de Música 2018) o el reciente fallecido Ceesepe, el eterno ilustrador de la movida. “Muchos de ellos estarán presentes el día 16 de noviembre”, nos avanza.
De la Puríssima ha colgado el cartel de sold out para este último espectáculo. Porque son muchos los fans que, en estos diez años de vida, han descubierto a una banda que comenzó como una agrupación local, pero que se ha expandido silenciosamente en el ámbito internacional y que, además de en España, ha actuado en lugares como México, Marruecos, Alemania, Reino Unido o China, entre otros.
“De la Puríssima se ha agotado como medio de expresión. Lo importante era acabarlo bien”
Una década que para muchos ha narrado musicalmente la crónica de un momento histórico. Lejos de estrategias comerciales, fieles siempre a su voluntad y a la verdad de su contexto personal y económico, la banda solo publicó un único disco: Virgen, auto editado en el año 2015. Porque De la Puríssima no ha tenido mánager, ni discográfica, ni agencia de contratación. Ha sido precisamente esta libertad insólita la que ha permitido una expresividad genuina y reconocible. El grupo ha generado decenas de canciones que a día de hoy no están registradas y que, sumadas a sus memorables textos en directo, son recitados sorprendentemente por oyentes incondicionales en sus conciertos. “Lo cierto es que siento mucho reconocimiento en general”, destaca Julia de Castro, “porque al final no dejamos de ser un grupo underground, por lo que cuando alguien me reconoce, me sigue sorprendiendo. Creo que De la Puríssima se percibe como un proyecto pequeño, pero que hemos cuidado con dedicación y trabajo”. Algo, o mucho, habrá hecho este cuarteto, ya que, por ejemplo, el libro Miradas sobre el cuplé en España tiene un capítulo dedicado a De la Puríssima por su aportación al folclore.
Exhalación: vida y muerte de De la Puríssima marca también el final de un camino común y el comienzo de otro proyecto individual que ya tiene raíces y nombre: Arizona. Se trata de una colaboración de Julia de Castro con el productor mexicano Camilo Lara, al que conoció en 2016. Ese día, prometieron colaborar juntos y Julia viajó a Tucson para iniciar una grabación. También se escuchará en este espectáculo parte de este nuevo ciclo.
Pero lo que Julia de Castro quiere hacer a partir de ahora es cine, disciplina en la que ya se ha desarrollado participando en cintas como The Pelayos, de Eduard Cortés; Marco, de Félix Viscarret; o El complejo de dinero, de Juan Rodrigáñez. Destaca su papel protagonista en Anatomía de una Criminal, de Javier Giner, que le valió la nominación a mejor actriz en el Festival Cortopilar. “Quiero intentarlo como actriz, no me da miedo lo que venga después”, asegura.
Y ante la pregunta de si este es un punto y final o un punto y aparte de De la Puríssima, Julia de Castro lo tiene claro: “Soy muy extrema, y cuando tomo una decisión, la tomo en serio y no cambio”. Queda claro. Solo resta decir entonces, hasta siempre, De la Puríssima, seremos muchos los que te echaremos de menos.
