Imágenes en la red

10 fotógrafos españoles a los que deberías seguir en Instagram

16/03/2020 · Por Beatriz Portinari
Fotografía Cholets El Alto Arnau Rovira
Fotografía del proyecto ‘Cholets en El Alto’. © Arnau Rovira

Son los autores de algunas de las mejores fotografías contemporáneas que quizás hayas visto en redes sociales, en portadas de revistas o anuncios de moda. El talento emergente español está en Internet. Seguimos la pista a estos diez creadores.

Si sabemos buscar, Instagram puede ser mucho más que selfies y hashtags en el mundo de la fotografía. Algunos de los mejores fotógrafos españoles emergentes han encontrado en esta red social el altavoz perfecto para dar a conocer su trabajo y su vida, porque en este espacio todo se entremezcla. Moda, retrato documental, viajes, surrealismo… Si algo caracteriza a las nuevas generaciones de instagramers y fotógrafos profesionales es la mirada nostálgica al pasado, la vinculación emocional con su trabajo y un color que parece de otro planeta. Estas son las diez cuentas de fotografía que no te puedes perder.

Albert Bonsfills — @albertbonsfills

La cuenta de Albert Bonsfills recuerda a una caja de zapatos llena de fotografías que tienen como nexo su mirada irónica sobre lo que ve. Desde viajes a China, Japón o Vietnam a escenas de backstage de la Barcelona Fashion Week. “Todos los trabajos hablan un poco de mí, de mis dudas, mis sueños y esperanzas. Es una herramienta que me ayuda a entenderme y también me sirve para denunciar. Me quedaría con el último trabajo que hice en Japón durante dos años, que cuenta la vida de Sakae Menda, un hombre que fue condenado a muerte por un crimen que él jamás cometió. Nadie quiso publicar la historia, pero creo que es lo más bonito que he hecho nunca”.

Arnau Rovira — @arnauroviravidal

Más de arquitecturas que de humanos —aunque precisamente ahora está trabajando en su primer proyecto donde aparecen personas—, Arnau Rovira lleva años investigando espacios y objetos, jugando con la experimentación y la doble exposición. “Empecé a probar dobles exposiciones con una cámara analógica compacta y un día, por accidente, descubrí que sobreponiendo de una forma concreta ciertos edificios surge una nueva forma de estos dos. Así que empecé a localizar ciertos edificios y los fui fotografiando de esta manera. El resultado es la serie Re-form, que no doy todavía por cerrada”. Hoy compagina sus proyectos personales con trabajos editoriales para XL Semanal, Wired o The British Journal of Photography, y en estos momentos busca financiación para un fotolibro y una exposición que se titulará ‘Trilogía de arquitecturas poco comunes’.

Berta Vicente  — @bertavicentesalas

Sus retratos son inconfundibles y se remontan a su infancia, cuando tuvo su primera Polaroid con 8 años. Todas sus amigas fueron retratadas por entonces. Con 14 años, sus abuelos le regalaron un móvil con cámara y fue así como Berta Vicente comenzó a formar su mirada retratista. “Siempre he pensado que la fotografía es una forma de acercarme a aquello que más me interesa; a las personas y a sus mundos. Por este motivo, aunque las fronteras entre las corrientes fotográficas son cada vez más difusas, me gusta identificarme con la fotografía documental de retrato”, describe la fotógrafa, que a su vez recomienda seguir la pista y los trabajos de sus referentes: Mary Ellen Mark, Susan Meiselas, Duane Michals, Maya Goded, Graciela Iturbide y Jack Davison.

José Luis Ollo — @joseluisollo

Entre la cotidianidad y la poesía, José Luis Ollo retrata personajes y situaciones habituales de las calles de Pamplona. Su iPhonografía se inspira en grandes fotógrafos como Josef Sudek y su serie sobre Praga; Jacques Henri Lartigue, por sus escenas cotidianas y melancólicas, o el surrealismo de Francesca Woodman y la mirada inquietante de Diane Arbus. “Me fijo en lugares y cosas que suelen pasar todos los días frente a nuestros ojos y que, sin embargo, creo que pueden tener una carga poética. Además, Pamplona es una ciudad relativamente pequeña y no es difícil salirse del límite urbano para encontrar elementos propios de la periferia —polígonos, campos de cultivo, pequeños pueblos—, lo que también me permite saltar los límites de lo que entendemos habitualmente por “street photography”, cuenta Ollo.

Martina Matencio — @lalovenenoso

La feminidad, creatividad y pasión convertidas en poesía visual son el sello de Martina Matencio, conocida en la red como Lalovenenoso. Por su estudio han pasado y posado bellas mujeres que caminan entre la autobiografía, la moda y la simbología de Matencio, inspirada e influida por el fotógrafo Frank Horvat. “En el fondo siempre digo que cada imagen es un trozo de un mapa para encontrarme a mí misma. Espero, al final del camino, trazar todo el recorrido y reencontrarme del todo, pero por ahora aún me quedan muchas fotografías que hacer”. Es autora junto a Alba Ribas de Tus ojos, mis manos; una reflexión en clave fotográfica sobre la intimidad, el amor y el desamor.

Oliver Vegas — @ovunno

Cuando uno ve los extraordinarios paisajes de Oliver Vegas se pregunta: ¿Es posible que este fotógrafo haya visitado los rincones más bellos del planeta? ¿No necesitará a alguien que le lleve la mochila? Cuenta el fotógrafo que su pasión por la naturaleza y la mirada fotográfica nació muy pronto, gracias a que sus padres le llevaban de viaje por España visitando parques nacionales. Después estudió Dirección de Cine, fotografía de forma autodidacta y comenzó su admiración por fotógrafos como Paul Nicklen, Steve McCurry o Cartier-Bresson. Su trabajo en el sector de la fotografía de viajes se afianzó a partir de 2005, cuando comenzó a compartir sus instantáneas en redes sociales.

Pablo Curto — @pablocurto

Radiografías insólitas de los paisajes de Ibiza para LOEWE, sesiones de moda para El País Semanal, anuncios de estética retro para Vogue Portugal… Cuando Pablo Curto decidió en 2013 dejar su trabajo como ingeniero para dedicarse solo a la fotografía quizá no imaginaba cómo cambiaría su vida. Pero es una suerte que lo hiciera y podamos seguir su trabajo en Instagram. “Leí una cita de Alec Soth hace poco que decía que el mayor desafío de un fotógrafo profesional es crear imágenes que tengan la misma pureza emocional que el álbum familiar. Es totalmente cierto. A día de hoy me encanta lo que hacen Zoe Ghertner, Theo Wenner, Laura Jane Coulson, Josh Olins o Sam Rock”, afirma Curto.

Pilar Franco — @piluro

Esta joven fotógrafa asegura que su objetivo hoy por hoy es seguir explorando el mundo de la imagen sin encasillarse en un movimiento definido. Lo que le interesa es el cambio. Lo cierto es que Pilar Francosalta pasa del paisaje al retrato, de la arquitectura al rocío de una hoja, entre lo onírico y lo real. “Admiro la imaginación de Chema Madoz, la sensación de irrealidad de las imágenes de Cristina de Middel, la reapropiación del rosa de Prue Stent o su interpretación de la figura femenina, la forma de esconder la tristeza de Lisa Carletta, que además es una gran amiga, o la sencillez de Salva López”, reflexiona. Acaba de publicar el libro Brava, un diario visual en clave femenina, escrito y fotografiado a cuatro manos con Erea Azurmendi.

Rachel Chicheri — @raquelchichieri

Desde niña, Raquel Chichieri relacionó la fotografía con el entorno familiar, como los libros de fotoperiodismo y las revistas francesas PHOTO que su padre le enseñaba, y de quien heredó una Roll Kodak TX400 con la que sigue fotografiando. Ha sido finalista en los Sony World Photography Awards 2015 y logró el segundo puesto en los Sony National Awards. Después de una etapa fotográfica como retratista de su pareja en campeonatos de windsurf, en este momento Chichieri sigue explorando la fotografía artística y documental a partir del día a día de sus tres hijos. Uno de sus últimos proyectos es Catalina’s World, en clave analógica y que protagoniza su hija pequeña, inspirada en la pintura de Andrew Wyeth, Christina’s World.

Thais Varela — @azulclaritocasiblanco

Thais Varela, mejor conocida como Azulclaritocasiblanco, muestra en su Instagram pinceladas cinematográficas y retratos exquisitos que invitan al espectador a imaginar historias sobre cada imagen. Mujeres cosmopolitas que parecen duendes o entes luminosos. Con este hilo conductor desarrolla su trabajo como fotógrafa creativa, que aprendió de forma casi autodidacta. “Siempre me ha costado mucho definir mi trabajo, ya que solo estoy segura de una cosa, y es que adoro fotografiar todo tipo de situaciones que provoquen algo en mí. Me gusta mostrar en mis imágenes la sensibilidad que me produce ver un rayo de luz, el color de una flor o la mirada de mi pareja”, explica Thais Varela, que nunca sale de casa sin su cámara y se ha convertido en una maestra del color y la luz.