Carlos y Raúl García Pierna

La casualidad de la causalidad

17/08/2022 · Por Javi de Munck
Los ciclistas y hermanos García Pierna
Carlos y Raúl afrontan su segundo año como profesionales. ©Rafael Fabrés

Por las venas de Carlos y Raúl García Pierna corre sangre de ganadores, de competidores, de ciclistas. Los dos hermanos –de la mano de su padre, el exciclista Félix García Casas– entrenan día a día por hacerse un hueco entre los mejores corredores del planeta. Si a eso le sumamos que lo hacen juntos en el mismo equipo, el Kern Pharma, nos queda un cóctel único.

En la pequeña localidad de Tres Cantos (Madrid) encontramos a dos hermanos ciclistas, Carlos y Raúl García Pierna (1999 y 2001). Desde pequeños han soñado con codearse con los más grandes, sentir la adrenalina y la satisfacción de cruzar la línea de meta antes que nadie, ante un público entregado. Se produce, además, una casualidad especial y atractiva para el ojo del espectador: los dos hermanos, Carlos y Raúl, compiten a nivel profesional con el mismo equipo ciclista, el Kern Pharma. Una casualidad que no se puede entender sin varias causalidades. Ambos han dominado las categorías inferiores y amateur con logros como el Campeonato de España CRI sub-23 (Raúl) o el 13º puesto en el Giro de Italia sub-23 (Carlos). Son experiencias que, explican, les están sirviendo para replicar su éxito a nivel profesional: el debut de Carlos en el UCI World Tour y la medalla de oro en la prueba de contrarreloj de los Campeonatos de España, además de primera participación en la Vuelta a España, para Raúl.

¿Cómo podemos comprender un fenómeno así a una edad tan temprana? Ellos lo cuentan desde su honestidad y mentalidad ganadora. Raúl se define como un “corredor muy completo”, mientras que Carlos se hace más fuerte en “las carreras que son muy duras, para personas que suben bien”. En ese tipo de competiciones el mayor de los Pierna se siente más cómodo. Dos estilos muy diferentes, pero complementarios para vivir de este deporte. De hecho, ambos coinciden en que “para ser profesional se tiene que ser muy bueno en algo, si se es medio bueno en todo no sirve de nada”. La regla es clara: rozar la excelencia en todo o brillar en 'algo'.

“Para ser profesional se tiene que ser muy bueno en algo, si se es medio bueno en todo no sirve de nada” (Raúl)

“Trabajar para mejorar”. Con ese mantra explica el pequeño de los Pierna cómo han llegado al nivel actual. Partiendo de esta premisa, hay que sumar al cóctel del éxito la disciplina que tanto recalcan Carlos y Raúl, y de la cual pueden hacer gala. Una disciplina que han adquirido desde bien pequeños con los consejos y entrenamientos al lado de su padre, el exciclista Félix García Casas, cuando aún no tenían edad ni para competir. Carlos lo recuerda así: “Seguíamos mucho el ciclismo y además salíamos con él con la bici por Tres Cantos. Al final es gracias a nuestro padre, nos instaló este gen” [risas].

Apoyo más allá de lo profesional
Los hermanos Pierna priorizan la profesionalidad a su condición de hermanos a la hora de correr, tal y como afirma Carlos: “Cada uno hace un tipo de carrera, pero cuando coincidimos el trato es como con cualquier compañero de equipo”. Raúl se muestra más sentimental respecto a este tema por los peligros que conlleva competir: “Cuando hay una caída siempre estás más pendiente por si es tu hermano el que se ha caído, pero, como dice Carlos, coincidimos poco”.

Sin embargo, cuando no están en la carretera, ser familiares marca la diferencia para estos dos ciclistas. Se tienen el uno al otro en los momentos más delicados de la temporada: “Hablamos sobre los diferentes problemas que tenemos que afrontar a nivel profesional, las diferentes situaciones que se nos dan. Intentamos dar nuestra opinión sobre lo que le pasa al otro desde nuestros conocimientos como ciclistas”, comenta Raúl. Su hermano mayor añade esa ventaja tan particular que solo se puede producir en la intimidad del hogar: “Podemos comentarnos las cosas de forma más directa y compartir nuestras inquietudes sabiendo que al ser hermanos van a quedarse ahí. Esa confianza es un plus”.

Admiración mutua
Si ser hermanos influye en el desarrollo de sus carreras, estar codo con codo cada día hace que la admiración entre ellos crezca de forma exponencial. “Destacaría la capacidad que tiene Carlos para entrenar y cuidarse, de tener un objetivo y perseguirlo. Envidio un poco [ríen ambos] esa capacidad que tiene de trabajar al 100%, la cual sí creo que compartimos a la hora de entrenar, pero que también es capaz de replicar a la hora de cuidarse, cosa que a mí me cuesta un poco más”, comenta Raúl.

Carlos muestra su orgullo de hermano mayor: “Yo destacaría la mentalidad de Raúl. La capacidad que tiene para perseguir sus objetivos y dar la talla cuando hay que rendir y cumplir, sobre todo en los momentos de mayor presión y dificultad. Ahí siempre sabe gestionar las emociones y se crece”.

“Podemos compartir nuestras inquietudes sabiendo que al ser hermanos van a quedarse ahí. Esa confianza es un plus” (Carlos)

El talento en el ciclismo
El deporte de élite es conocido por ser exigente y sacrificado. En una disciplina como el ciclismo se acentúa ese tono físico y se convierte en el principal pilar de un corredor para triunfar, pero ¿qué papel juega el talento? “Está claro que para llegar a la élite debes tener ese ‘algo’, ya sea por factores genéticos o intuitivos; en nuestro mundo el talento tiene mucho de innato”, afirma Carlos. “La constancia, el trabajo diario, el querer siempre más y prepararte de la mejor forma posible son los mejores compañeros de viaje de ese ‘algo’ del que hablamos. No todos pueden llegar. Siempre hay un punto de suerte, pero diría que para mí el talento es eso”, finaliza el mayor de los Pierna.

Raúl corrobora las palabras de su hermano y concreta un poco más: “El talento se podría dividir en dos aspectos: el físico y el psicológico. El primero consiste en tener ese ‘algo’ genético, ese gran ‘motor’. El segundo implica ser fuerte mentalmente, trabajar en ello para que todos los aspectos que influyen en tu rendimiento estén controlados. Al final, la parte psicológica es un 60-70% del ciclismo”.

Nueva vida y miradas puestas en el futuro
Carlos y Raúl afrontan su segundo año como profesionales. Su vida ha cambiado, su ritmo diario no se puede comparar con el de una persona normal y son conscientes de las limitaciones y sacrificios a los que se han expuesto. “El nivel es bastante mayor, sobre todo a nivel técnico, medios de los equipos e infraestructura. Se nota mucho. Pasamos poco por casa, pero al final siempre sacamos tiempo para descansar y hacer lo que nos gusta”, cuenta Carlos.

Raúl destaca lo difícil que es llegar a donde han llegado y lo complicado que es mantenerse: “Hay tan solo entre 900 y 1.000 profesionales en todo el mundo, y estás corriendo contra ellos, contra los mejores. Al principio empiezas y vas con el ‘gancho’, vas sufriendo y sufriendo, y eso es lo que te hace mejorar, ponerte al límite. En amateur podíamos competir todo el año al 80% y obteníamos buenos puestos. En profesional el nivel es altísimo y si no estás al 100%, en tu pico de forma, cuesta mucho rendir y obtener resultados”.

Los hermanos Pierna tienen puestas las miradas en el futuro, pero siempre mirando a corto y medio plazo. “Tras ganar el oro en contrarreloj en el Campeonato de España, me centro en subir mi nivel y así estar delante en las carreras. Para los próximos años me gustaría seguir creciendo y más pronto que tarde ser capaz de estar disputando vueltas de una semana, carreras de cinco días o ‘Clásicas’ incluso”, apunta Raúl.

“Hay tan solo entre 900 y 1000 profesionales en todo el mundo, y estás corriendo contra ellos, contra los mejores” (Raúl)

Carlos coincide con su hermano: “Yo creo que ando un poco en esa línea. Es importante ver que vas progresando año a año, que vas cogiendo el nivel y que estás ahí. Por mis características, donde creo que puedo destacar más es en las carreras duras, de fondo. A partir de ahí, intentar consolidarme en ese tipo de carreras, mejorar mis puntos débiles y, como me decía mi padre, lo importante es intentar replicar en profesional lo que hacías en amateur”.

Este fenómeno deportivo —hermanos que llegan a la élite en su disciplina—, ahí están los Gasol o los Márquez, es un hito que puede parecer casual en la historia del deporte. Sin embargo, en conjunción con esas circunstancias azarosas existen otras que no son más que consecuencia del esfuerzo, el talento y el trabajo. O dicho de otra forma: la casualidad de la causalidad. Y de eso saben mucho los hermanos García Pierna. ¡No olviden sus apellidos!