En el carácter de la selección femenina hay mucho de Jorge Vilda, su entrenador, un hombre prudente y constante con una visión férrea: convertir a nuestras chicas en uno de los mejores equipos de fútbol del mundo. Cuando asumió esta responsabilidad, hace ahora cuatro años, no imaginaba lo lejos que llegaría porque, queda claro, el fútbol de las chicas no es una moda ni la consecuencia de una cuota. Es una tendencia imparable.
“Yo juego al fútbol desde pequeño, primero en las categorías inferiores del Barcelona, luego en el Rayo y luego en el Real Madrid, pero dos lesiones en la rodilla me invitaron a retirarme porque todo apuntaba a que no iban a evolucionar bien. Estudié INEF, saqué mis titulaciones y empecé entrenando a un equipo de barrio, el CD Canillas”, resume Jorge Vidal (Madrid, 1981) a velocidad supersónica. No le gusta hablar de sí mismo, prefiere hacerlo de sus chicas, de Las soñadoras como también las llaman. Tras siete años entrenando en todas las categorías inferiores saltó a la Real Federación Española de Fútbol, donde comenzó a aportar experiencia y metodologías en las categorías inferiores. “En 2010 me asignan a la sub-17; en 2014, a las sub-19 y en 2015, a la absoluta”. Dicho de otra forma: progresión y victorias.
Al asumir la selección femenina, mi primer propósito fue devolverle la confianza al equipo para que volviesen a tener claro que su potencial es extraordinario. El equipo ha evolucionado muchísimo, unas jugadoras se han ido, otras se han incorporado. Tenemos un equipo mucho más maduro en el que se ha impuesto una mentalidad positiva y ganadora. Es lo más significativo.
Querer es poder. Lo verdaderamente importante es que cada jugadora sepa y sienta que tiene una función dentro del equipo. Si ganan, ganan las 23, y si pierden, pierden las 23 y todo el cuerpo técnico. La selección se forma con las mejores jugadoras de los mejores equipos, titulares indiscutibles todas. Pero solo juegan 11, con los cambios 14, y es vital que cada una tenga claro el rol que ocupa dentro del equipo, porque lo único que importa es el conjunto. Lo segundo más importante es contar con un juego atractivo, convincente, que, por descontado, tenemos. Mi misión es transmitirles la confianza necesaria para que puedan pelar y ofrecer lo mejor. El otro punto decisivo es ofrecerles los mejores análisis de los rivales.
Más allá de la morfología, de la potencia de las jugadoras de otros países por cuestiones genéticas, la selección española es poderosa en talento. El talento es la principal característica de nuestro país. Esa es nuestra apuesta. Dicho esto, a nivel físico y atlético cada vez vienen más preparadas. Pero, insisto, por encima del físico: talento.
Las Soñadoras de Jorge Vilda: 23 mujeres poderosas en talento. © Eidan Rubio - RFEF
"La fama puede ser tan positiva como negativa. Lo más importante son los valores y el compañerismo"
La mujer está consiguiendo su lugar en la sociedad y en el deporte. El fútbol femenino es un deporte joven, el masculino nos lleva 70 años de ventaja, pero es cierto que el crecimiento en los últimos cinco años está siendo exponencial. Es fruto del trabajo de todas ellas, de las instituciones también, pero sobre todo de ellas. Las absolutas son conscientes de su responsabilidad, saben que si las cosas no van bien las repercusiones van a ser negativas. Pero si va bien, cada vez habrá más mujeres que desde edades tempranas se animen a jugar al fútbol. Esta responsabilidad la tiene clara todas y cada una de ellas y yo mismo como técnico. Así que vamos a hacerlo bien.
Yo creo que sí, claramente. En Estados Unidos, por ejemplo, jugadoras como Alex Morgan o Megan Rapinoe son auténticas estrellas mediáticas. Como sabemos que es algo que puede llegar a pasar nos esforzamos en preparar a las chicas, porque la fama puede ser tan positiva como negativa. Lo más importante son los valores y el compañerismo.
El futuro lo dirá. Hasta ahora, en las categorías infantiles, pueden jugar juntos chicas y chicos. El otro día escuché que en Valencia hay un club de fútbol femenino que tiene una sección masculina, me encantó oír eso. El fútbol femenino en España aún puede crecer mucho en cuanto a licencias. Estamos en torno a las 60.000 que, frente al millón del fútbol masculino, puede parecer poco, pero no es así. Volviendo a la pregunta: ¿por qué no?
De estar en el camino correcto. Solo necesitamos un poquito más de tiempo para entrar en el top ten. Lo conseguiremos.
