Miguel Ángel Muñoz

De Madrid al cielo

15/10/2019 · Por Daniel Mesa
El actor Miguel Ángel Muñoz
Miguel Ángel Muñoz en el bar madrileño El Palentino. © Mario G. Sánchez

Miguel Ángel Muñoz aterriza estos días en la cartelera con ‘El crack cero’, la cinta que pone fin a la clásica trilogía de cine negro y con la que el actor madrileño celebra un cuarto de siglo delante de las cámaras. 

Miguel Ángel Muñoz (Madrid, 1983) pertenece a esa pléyade de actores que cada semana se colaban en nuestros televisores en las series del momento, en un formato que más tarde funcionaría en sus carreras como lanzadera para tocar otros palos, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Desde Ana de Armas a Miguel Ángel Silvestre o Álex García, la lista es amplia. Este mes, el actor de Amar es para siempre se estrena a lo grande en el cine negro de la mano del director indiscutible del género policiaco en nuestro país, José Luis Garci. Lo hace en El crack cero, la tercera entrega de la cinta de 1981 que narra las hazañas del detective Germán Areta y su compañero de fatigas, el Moro, personaje al que da vida. Pero entretanto, la carrera de MAM sigue in crescendo con otros menesteres no menos importantes, entre los que se cuentan trabajar junto a Sharon Stone y Andy García, hacerse paracaidista profesional o formar parte de la nueva producción del Centro Dramático Nacional.

¿Cómo recibiste la noticia de que serías uno de los protagonistas del último título de la mítica saga?
Con mucha alegría. Sobre todo, porque estaba previsto que participara en alguna de las tres películas anteriores de Garci pero, por temas de agenda, al final no pudo ser. Para Holmes & Watson. Madrid Days (2012), de hecho, propuse a mi amigo Víctor Clavijo para el que iba a ser mi papel. Sin embargo, poco después me llamó para protagonizar su primera obra de teatro, Arte Nuevo. De algún modo aquello nos quitó la espina de trabajar juntos, pero tenía claro que lo que yo quería era rodar con él.

Anteriormente ya probaste el thriller en series como Presunto culpable o Sin identidad, sin embargo, esta es tu primera vez en gran formato. ¿Qué se siente?
Es un género que me encanta a nivel visual y en el que quiero seguir indagando. Es muy emocionante cuando te ves en un tipo de imagen que has visto tantas veces en el cine y en películas de Clint Eastwood, con esos juegos de luces y sombras, el humo de los cigarrillos… Hasta el momento nunca había rodado en blanco y negro y, aunque he interpretado varios personajes en series de suspense, nunca había participado en una cinta de cine negro puro y duro.

Imagino que debe de conllevar cierta responsabilidad abordar un personaje tan familiar de nuestro cine.
Sí, pero el hecho de que sea una precuela ha jugado en mi favor. Todos tenemos un proceso de evolución y también estos personajes. Si hubiese sido la tercera parte de El Crack, me tendría que haber ceñido de un modo más fiel al Moro que interpretaba Miguel Rellán, pero José Luis buscaba precisamente eso, que no fuera calcado. Podríamos compararlo con Star Wars, que salvo Chewaka, en cada entrega los personajes son diferentes como parte de ese desarrollo.  

En los dos primeros crack, Garci plasmaba el Madrid del cambio; desde la esperanza que marcó la transición hasta un posterior desencanto que trajo consigo la corrupción o los tejemanejes de las multinacionales. ¿Cómo es el Madrid al que asistimos en esta precuela?
Es un Madrid muy sórdido. Representa el gris de una época que coincide con el principio de la transición, de ahí que esté grabado en blanco y negro y con ese estilo tan arraigado en el cine negro. Sin embargo, a diferencia de las anteriores entregas, no se incide en el contexto social, sino que la investigación ocupa toda la trama.

Aunque tu rostro empezó a cobrar visibilidad a partir de la serie Un paso adelante, mucho antes fuiste el niño de El Palomo cojo de Jaime de Armiñán. ¿Qué es lo más importante que ha aprendido Miguel Ángel Muñoz en estos 26 años de profesión?
Aprendo de la vida cada día, y creo que eso también repercute en el plano profesional. Ahora acepto mejor las cosas. Esto no quiere decir que me tome mi trabajo y la vida con menos pasión; sigo teniendo la misma que en el año 94, cuando se estrenó El Palomo Cojo en el Festival de San Sebastián. Pero sí he aprendido que tienes que estar contento con lo que te toca. Luchar por tus sueños está bien, pero siempre que no te olvides de que la felicidad no depende de que los consigas. Es una filosofía de vida. Ahora lo disfruto todo más y procuro que la frustración no me pueda. Como me dijo una vez Paco Rabal, la vida es una carrera de fondo.

Siempre has sido muy celoso de tu vida privada con los medios. ¿Algún mal trago en el pasado?
No sé cuánto tomé la decisión de no hablar de mi vida privada, pero me siento muy orgulloso de cómo he logrado preservar esa parte de mí. Respeto a quienes lo hacen, pero, en mi caso, prefiero cruzar esa línea exclusivamente con quienes me rodean.

Aunque no hay fecha confirmada, parece que el próximo año podremos verte en What about love, una película dirigida por Klaus Menzel (Fascination) y con guion de Douglas Day Stewart (Oficial y caballero, La Letra Escarlata, El Lago Azul), en la que compartes créditos con Sharon Stone, Andy García y Iain Glen.
Es una película que rodamos hace años. Siendo sincero, no sé cuándo se estrenará. Hay algunos rumores, pero no fechas cerradas. Es una pena porque es una historia de amor muy bonita, por no decir que es también el proyecto más grande en el que he trabajado. Como decía antes, no queda otra que aceptar el hecho de haber rodado con Sharon Stone y Andy García ¡pero que la película siga sin estrenarse! Me quedo con la experiencia y el aprendizaje. Soy un fanático de El Padrino, y ser ahora colega de Vincent Mancini es un sueño. Sería maravilloso que la cinta viese la luz algún día. Me recuerda a lo que pasó con Manolete [con Adrien Brody y Penélope Cruz], que tardó años en llegar a los cines.

¿Te interesa Hollywood?
Gracias a las nuevas tecnologías, el cine se ha globalizado tanto en nuestros días que ya no es necesario atravesar el charco para hacer cine internacional. En estos momentos, Hollywood es también La casa de papel, una serie que se rueda en Madrid. Cualquier proyecto puede viajar al mundo entero. He pasado mucho tiempo en California y es un sitio que me apasiona, pero no olvido que mi casa está aquí y que es en Madrid donde necesito estar ahora.

“He pasado mucho tiempo en California y es un sitio que me apasiona, pero no olvido que mi casa está aquí y que es en Madrid donde necesito estar ahora”

Recientemente subiste a tu muro de Instagram un vídeo donde saltas de un avión en tu graduación como paracaidista; y poco antes, mostrabas orgulloso tu diploma de patrón de barco. ¿Te van los desafíos?
Cada año hago una lista de propósitos que intento cumplir. La gente se piensa que estos retos forman parte de alguna campaña, pero son cosas que hago por puro placer. Saltar de un avión ha sido lo más duro…

Debe de dar más vértigo trabajar con Sharon Stone…
Desde luego; el primer día, sí, sin duda. (Risas)

¿Dónde te veremos próximamente?
En diciembre estaré varios días en el Centro Dramático Nacional con la obra de teatro Firmado Lejárraga.