Marwan

Un trovador del siglo XXI

22/11/2019 · Por Enrique Bueres
marwan escritor musico
El poeta y cantautor Marwan. @ Cortesía del artista

Escritor, cantante, compositor, cantautor. Su enorme capacidad para abordar con sencillez y cercanía asuntos complejos llenos de motivaciones sentimentales le ha dado éxito, fama y reconocimiento. En diciembre cierra en Madrid la gira de su último disco, ‘Mis Paisajes Interiores’, con el que ha ofrecido más de doscientos conciertos en los últimos tres años entre España y América Latina.

Hijo de un palestino y una española, Marwan (Madrid, 1979) es un artista que ha conseguido que miles de personas se vean reflejadas en las historias que él construye tanto en poemas como en canciones, en los que también deja entrever sus miedos y demonios internos. El joven autor de libros de poesía superventas como Todos mis futuros son contigo (Planeta), La triste historia de tu cuerpo sobre el mío (Editorial Noviembre) o Los amores imparables (Planeta) anuncia que en 2020 publicará un nuevo disco, El viejo boxeador. Marwan es uno de los más destacados representantes de la llamada poesía urbana, todo un fenómeno literario que ha propiciado que la lírica nunca haya vivido mejores tiempos en España que en la actualidad.

¿Cuál crees que es la principal virtud de tu trabajo como poeta?

Supongo que la sencillez, la cercanía y también la capacidad para abordar temas sentimentales. Debido a mis años asistiendo a psicoterapia creo que tengo facilidad para escribir de un modo sencillo sobre algunos temas complejos a nivel psicológico. Y bueno, el hecho de estar tan en contacto con mis emociones desde joven también hace que tenga facilidad para escribir sobre ellas y contar cosas con las que la gente se ve reflejada. Me fascina conocer qué hay detrás de lo que sentimos, encontrar las razones y desentrañarlas. Creo que eso se me da bien, más que la técnica como poeta, que todavía me queda mucho por desarrollar.

“Me fascina conocer qué hay detrás de lo que sentimos, encontrar las razones y desentrañarlas”

¿La poesía y la música te han servido como terapia de algún modo?

La música y la poesía ha sido una bendición en mi vida, pero tanto como terapia no lo sé, porque yo he seguido con mis demonios, aunque los contara en canciones y poemas. Sí te puedo decir que ambas facetas me reconfortan, pero más que curarme me han acompañado. Me han hecho conocerme más, saber qué sentía en determinados momentos, y eso ya es mucho. Pero, sobre todo, me han permitido expresarme y poner un poquito de orden en algunos asuntos sentimentales. Eso sí que me resulta terapéutico.

¿Consideras que como escritor formas parte de alguna generación?

Poco después de que yo sacara mi primer libro aparecieron otros autores con estilos similares al mío. Supongo que somos una generación por cercanía, aunque no sea la poesía que yo suela leer. 

¿Con qué autores contemporáneos españoles te identificas más?

Me encantan Benjamín Prado, Luis García Montero, Karmelo C. Iribarren, Batania, Juan Bonilla, Rodolfo Serrano, Vicente Gallego, Manuel Vilas, Luis Alberto de Cuenca y alguno más. Todos ellos son mis maestros, aunque aún tengo que aprender mucho de ellos.

¿Cuál dirías que es el leitmotiv de tu poética? ¿Cuál es el tema o inquietud recurrente?

Abordo muchos temas, principalmente sentimentales, pero no me quedo en lo meramente sentimental, sino que trato la parte psicológica, es decir, por qué sentimos determinadas cosas. En los últimos libros y discos he escrito mucho sobre amor y desamor, volcándome en las relaciones tormentosas, ya que en ellas se manifiestan muchísimas facetas emocionales de los humanos que son las que nos hacen evolucionar y aprender. En estas relaciones se da todo: el amor, la generosidad, la empatía, el rencor, el perdón, la manipulación, la autoestima, la confianza, los bloqueos, la asertividad…. Son muy conflictivas y eso hace que nos enfrentemos a cosas que de otro modo no haríamos y que tengamos que crecer parar superarlas. También escribo sobre poesía y canción social o sobre temas más vitalistas o alegres como, por ejemplo, la canción “Conviene saber”, que es un recordatorio de ciertos valores imprescindibles, la que le dediqué a Madrid (“Puede ser que la conozcas”) o “Canción de autoayuda”.

¿Ampliarás el campo temático en tu próximo disco?

Sí, habrá canciones sobre el perdón, sobre las personas que nos ayudan, el derecho a enfadarse, los refugiados...

¿En qué fase del proceso está tu nuevo disco?

Se titulará El viejo boxeador y saldrá el próximo año con la discográfica Sony. Quizás sea en formato disco-libro, pero no estoy seguro, tengo que seguir madurándolo. Estamos ahora mismo en el proceso de gestación de las canciones, aunque tengo casi todas hechas, estoy retocando letras, componiendo otras nuevas, etc. Y también estoy preparando poemas para un nuevo libro, todavía sin fecha exacta. El disco está en una fase más avanzada y saldrá primero.

¿Cuáles son tus referentes literarios o las lecturas que más te han marcado como escritor?

Todos los que he nombrado y otros como Benedetti, Pablo Neruda, Wislawa Szymborska, Miguel Hernández o Bukowski.

Y como compositor, ¿qué influencias has tenido como músico?

Pues, fundamentalmente, los cantautores más clásicos y los de la generación anterior a la mía: Sabina, Serrat, Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez, Jorge Drexler, Pedro Guerra y, sobre todo, Ismael Serrano. También he bebido de otros autores como Glen Hansard o Damien Rice, dos cantautores irlandeses que para mí son los autores del momento.

¿Sabes qué número global de libros has vendido?

Entre mis tres libros y mis dos disco-libros llevo más 200.000. Solo de libros, unos 165.000 ejemplares.

¿Cuál es la clave de haber conseguido llegar a un público tan amplio?

La insistencia y la cercanía. Creo que logro crear empatía en mucha gente con lo que hago. Constantemente me dicen que parece que les estoy contando su vida y eso es muy bonito.