Lúa Ribeira

Las imágenes vulnerables

07/12/2022 · Por Teresa Morales
Lúa Ribeira, junto a otras 11 artistas, protagoniza la exposición ‘Close Enough: New Perspectives from 12 Women Photographers of Magnum’
Lúa Ribeira, junto a otras 11 artistas, protagoniza la exposición ‘Close Enough: New Perspectives from 12 Women Photographers of Magnum’. © Xavier Gómez

Un planteamiento visual y estético que invita a la reflexión y huye de lo políticamente correcto, poniendo el foco en temas sociales, como las dinámicas de los jóvenes o de los migrantes, parar crear imágenes vulnerables e imperfectas. La obra de la gallega Lúa Ribeira ha enamorado a los visionarios de Magnum, la agencia fotográfica más prestigiosa del mundo, siendo la tercera española en entrar en tan selecto club.

Lúa Ribeira (As Pontes, 1986) evita otras etiquetas y se presenta como simple fotógrafa, aunque en su haber está el ser la tercera española que consigue entrar en la prestigiosa agencia Magnum como miembro asociada. Lo hace derrochando talento a sus 36 años y aportando nuevos aires al lenguaje fotográfico. Para ella, reconoce, es “un privilegio y un gran respaldo a la hora de seguir trabajando”.

Su vinculación con la fotografía comenzó en 2013 en Reino Unido, donde se formó y donde continúa residiendo, aunque España y, más concretamente, su Galicia natal acaban siendo escenarios recurrentes en su obra. “Aquí encuentro mucha riqueza a la hora de trabajar y crear imágenes”, confiesa. Actualmente, el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York expone su serie Agony in the Garden dentro de una muestra colectiva organizada por Magnum: Close Enough: New Perspectives from 12 Women Photographers of Magnum. Además, en marzo de 2023 inaugurará una exposición individual en el espacio cultural Tabakalera de San Sebastián y publicará un fotolibro con la editorial Dalpine: Subida al cielo.

Cuando le preguntamos acerca de qué es lo que Magnum vio en su obra, se retrae discretamente y solo comenta que, quizás, uno de los objetivos de la agencia sea encontrar nuevas miradas que contribuyan a seguir desarrollando el medio fotográfico. De ser así, no hay duda de que con Ribeira han dado en la diana. Mucho trabajo de experimentación, un marcado carácter reflexivo a nivel social y político, y una estética visual nada convencional.

¿Pertenecer a Magnum es la máxima aspiración de un fotógrafo?
No, la máxima es hacer un buen trabajo.

Estás en la agencia y trabajas para ella. ¿Supone cierto dilema al no tener tiempo para tus inquietudes profesionales más personales?
No, yo sigo haciendo trabajos personales y experimentando. De hecho, es a lo que me dedico principalmente y lo combino con encargos que van surgiendo.

“La motivación que hay detrás de mi obra es política. Trato temas de mi entorno que tienen que ver con dinámicas de opresión o exclusión”

Tienes una mirada diferente y eso se refleja en un lenguaje fotógrafico alejado de los cánones. ¿Qué quieres contar con tus imágenes?
Quizás trato de trasladar al espectador las preguntas que me hago cuando desarrollo mi trabajo.

¿Y qué preguntas son esas?
La motivación que hay detrás de mi obra es política. Trato temas de mi entorno que tienen que ver con dinámicas de opresión o exclusión, lo cual está también muy relacionado con el sitio de donde procedo. Me interesa la idea de encuentro a través de la fotografía: generar espacios fuera de la rigidez estructural en la que nos movemos, poner en suspensión ciertas conductas viciadas y renovar de algún modo las relaciones.

“No puedo trabajar desde la preocupación de no gustar. No hago fotos con la intención de ser un producto consumible o decorativo”

Todo eso unido a una defensa a ultranza de las fotografías “no perfectas”. ¿Por qué?
Es una forma de resistirme a esa idea de la imagen “buena” o “bien hecha” en la que no creo. También es el resultado de estar más presente en la situación que en la construcción de la imagen misma. Es mi forma de trabajar y de originar imágenes que a veces poseen la vulnerabilidad que me interesa.

¿Y qué pasa si al espectador no le gusta estéticamente tu obra y la rechaza?
No puedo trabajar desde la preocupación de no gustar o no interesar. Tampoco creo que trabaje para agradar a nadie. Es más una cuestión de necesidad, de lanzar preguntas a través de las imágenes y de usarlas como una puerta hacia la reflexión; también me permiten aprender gracias a las experiencias y relaciones que establezco. No lo hago con la intención de ser un producto consumible o decorativo. Pero, también te digo, creo que una primera respuesta emocional a las imágenes es el punto de partida para cualquier reflexión posterior.

¿Para entender algo siempre hay que recurrir al lenguaje escrito o verbal?
No. Yo uso el lenguaje fotográfico para aportar información muy escueta del contexto en el que he trabajado. A mí me interesa lo que transmiten las imágenes, la potencia que contienen en sí mismas.

“Me interesa mucho cómo las generaciones más jóvenes se expresan a través de la fotografía desde sus dispositivos”

¿Lo inquietante de algunas de tus series tiene que ver con ese halo que rodea a tu Galicia natal?
Creo que sí, por influencia del paisaje y del tejido social. También por una identidad que es consecuencia de nuestra historia, de un pueblo muy castigado por expresarse en su lengua.

¿El móvil y las nuevas tecnologías han devaluado el prestigio y la profesionalidad de los fotógrafos?
Puede que estemos asistiendo a un cambio de paradigma en cuanto a los formatos de difusión tradicionales, pero no percibo como algo negativo que todo el mundo tenga una cámara en el teléfono. Además, me interesa mucho cómo las generaciones más jóvenes se expresan a través de la fotografía desde sus dispositivos. Y, por otra parte, trabajar con el medio requiere mucho más que el simple acceso a una cámara.

“Sin personas no puedo hacer mi trabajo, que trata, precisamente, de generar un encuentro a través de la fotografía”

Por cierto, ¿eres partidaria de Instagram?
Yo lo utilizo bastante como un cuaderno de notas, a modo de tablero de inspiración.

¿Prefieres el trabajo en solitario o la cooperación en la creación?
Como fotógrafa siempre he trabajado sola, pero fotografío personas, así que acabo ejecutando mi oficio rodeada de gente y estableciendo muchas relaciones. Sin personas no puedo hacer mi trabajo, que trata, precisamente, de generar un encuentro a través de la fotografía.

Para finalizar, ¿hacia que ámbitos profesionales te gustaría encaminar tu talento?
Me interesan las posibilidades profesionales de la fotografía de moda, por ejemplo, y los proyectos colaborativos con otros artistas y fotógrafos, pero lo que más deseo es seguir desarrollando mi trabajo personal porque para mí es el más importante.