Estela de Castro

Nacida para retratar

09/08/2023 · Por Roberto C. Rascón
El retrato es la piedra angular del trabajo de la fotógrafa Estela de Castro
El retrato es la piedra angular del trabajo de la fotógrafa Estela de Castro. © Estela de Castro

La pasión por el retrato le viene de familia. Su padre, aficionado a la fotografía, la retrataba a menudo y, por eso, cuando la joven Estela comenzó a disparar con su cámara convirtió en protagonistas a las personas que formaban parte de su vida. Ahora es una de las grandes retratistas españolas y, recientemente, puso su talento al servicio del proyecto ‘El mundo necesita fotógrafos que lo sigan retratando’ en colaboración con Iberia y PHotoEspaña.

“No me he separado de la fotografía desde que tengo 12 años”. Ese trabajo diario, según confiesa la propia Estela de Castro (Madrid, 1978), es el que la ha convertido en una de las grandes fotógrafas españolas en la actualidad. Especializada en retratos, aunque cuenta con alabados proyectos en otros géneros —casi siempre ligados a los derechos humanos y de los animales—, uno de sus últimos trabajos ha sido la serie El mundo necesita fotógrafos que lo sigan retratando. En él, la madrileña retrató a diversas trabajadoras de Iberia con el objetivo de reivindicar la figura de los fotógrafos frente a la proliferación de imágenes generadas por Inteligencia Artificial (IA). Una reivindicación que se une a otra que lleva años realizando, la del inmenso talento fotográfico español, a través de su proyecto Fotografxs.

¿En qué momento la cámara y Estela de Castro pasaron a ser inseparables?
No soy de esas fotógrafas que va todo el día con la cámara a ver qué se encuentra, pero no me he separado de la fotografía desde que tengo 12 años. Siempre la tengo en la cabeza, aunque la cámara no me acompañe. Un día estaba jugando con una cámara compacta y algo se me encendió, decidí que quería ser fotógrafa. La fotografía no es un oficio, es una pasión y una forma de estar en el mundo.

Te especializaste en retratos, ¿por qué?
Mi padre era aficionado a la fotografía y me hacía muchos retratos, así que desde el minuto uno retratar fue lo natural para mí; no era consciente de que exisitera otro tipo de fotografía. En aquel momento entendía que la fotografía consistía en retratar a las personas que formaban parte de mi vida.

“No me he separado de la fotografía desde que tengo 12 años. Para mí no es un oficio, es una pasión y una forma de estar en el mundo”

Dicen que para conseguir un buen retrato es necesario establecer una intimidad con el retratado, ¿cómo la consigues tú?
Esa intimidad es importante, pero hay muchas otras cosas: la luz, la composición, el lenguaje corporal… Una vez tengo eso entra la parte más emocional. Para mí un buen retrato es un conjunto de cosas y si fallas en una cojean las demás. A veces es difícil crear un vínculo porque tienes poco tiempo o no conoces a la persona, pero sí puedes generar una energía, un clima de confianza que permita al retratado dejarse llevar.

Más allá del retrato, ¿cómo eliges los temas que protagonizan tus proyectos?
No los elijo, aparecen en mi vida. Siempre estoy atenta a lo que ocurre a mi alrededor y hablo de las cosas que resuenan en mi interior. Temas como los derechos humanos o los derechos de los animales son los que a mí me mueven, de los que necesito hablar, y a partir de ahí surgen proyectos.

Hace poco te embarcaste, junto a Iberia y PHotoEspaña, en la serie El mundo necesita fotógrafos que lo sigan retratando. ¿Cómo surge el proyecto y cómo lo abordaste?
Me pidieron que retratara a varias trabajadoras de Iberia y me dieron libertad para hacerlo. Yo trabajo muchísimo la improvisación, pero tenía claro que quería que cada foto tuviera un color y que el viento tuviera presencia. Primero se realizaron mis fotografías y, a partir de ellas, se crearon otras con IA. Me generó curiosidad qué hacía la IA con mis retratos.

¿Crees que la IA es una amenaza o una aliada para la fotografía?
Mi aliada no es porque no la voy a utilizar en mis fotografías, además yo soy superanalógica. La serie para Iberia se titula El mundo necesita fotógrafos que lo sigan retratando y hasta la propia IA se nutre de imágenes que ya existen. Creo que la IA puede llegar a ser una herramienta útil y que convivirá con la fotografía; también creo que eliminará puestos de trabajo de fotógrafos.

Si por algo has destacado siempre es por tu compromiso. ¿Crees que la fotografía tiene el poder de cambiar el mundo?
Durante mucho tiempo pensé en cambiar el mundo, pero al final te das cuenta de que no puedes. En cualquier caso, gracias a la fotografía he podido ayudar a muchas personas y a muchos animales. No, no puedo cambiar el mundo, pero sí puedo denunciar ciertas situaciones y hacer que sea un poco mejor.

Hasta hace no mucho las mujeres fotógrafas erais minoría. ¿Crees que la situación se ha equilibrado?
Sí, se ha equilibrado bastante. Ahora hay muchas fotógrafas con miradas superpotentes, superinteresantes y supernecesarias. Yo lo noto mucho porque hace más de 13 años empecé el proyecto Fotógrafxs, en el que retrato a los grandes maestros y maestras de la fotografía española. Al principio retrataba a muchos hombres, pero ahora solamente retrato a mujeres, a fotógrafas que ni siquiera habían empezado cuando arranqué. Las pioneras, fotógrafas como Colita o Joana Biarnés, tuvieron que luchar contra un machismo terrible y gracias a ellas estamos nosotras aquí.

“Las pioneras, fotógrafas como Colita o Joana Biarnés, tuvieron que luchar contra un machismo terrible y gracias a ellas estamos nosotras aquí”

Desde la perspectiva que te ha dado ese proyecto, ¿cuánto talento tenemos en España vinculado a la fotografía?
Un montón. El problema es que en este país nunca se le ha dado a la fotografía el valor que merece. Yo, que me dedico a retratar a esas grandes figuras, te puedo asegurar que ha habido y hay muchísimo talento para la fotografía en este país, pero es desconocido para la inmensa mayoría de la sociedad. Es una pena porque, en cambio, todo el mundo conoce a pintores, cineastas o escritores.

Y, ¿qué es el talento para ti?
Creo que hay gente que nace con un talento y que rápidamente destaca, tiene esa facilidad. Pero yo creo más en el talento que es fruto del trabajo, considero que es el mayoritario. Yo no tengo un talento especial, simplemente le he dedicado mucho tiempo a mirar. Yo también hice fotos malísimas creyendo que eran buenísimas y, al final, fue el trabajo y no tanto el talento lo que me llevó a ser mejor fotógrafa.

Impartes cursos y talleres. Como maestra, ¿qué consejo le darías a alguien que quiera dedicarse a la fotografía?
A mis alumnos siempre les digo lo mismo que me decía a mí un antiguo profesor: “¿Tú quieres dedicarte a la fotografía? Pues tienes que dedicarle tiempo cada día de tu vida”. Y eso no implica hacer fotos a diario, pero sí dedicarle tiempo a la imagen para educar tu mirada e ir creando tu propio lenguaje. La fotografía no es solo darle a un botón, hay todo un mundo detrás.