La selección española femenina de baloncesto aspira a todo en el Eurobasket de Israel y Eslovenia. Alba Torrens representa la experiencia y Maite Cazorla la juventud, una combinación ganadora a la que añaden otros ingredientes: talento, técnica y competitividad, pero también alma y amor, mucho amor, el que le ponen ambas cada vez que saltan a una cancha.
“Creo que Alba es una líder dentro y fuera de la pista. El hecho de poder jugar con ella y conocerla para mí ha sido todo un lujo”. Así habla Maite Cazorla (Las Palmas, 1997), la jugadora llamada a dirigir el futuro de la selección, de Alba Torrens (Binisalem, 1989), a estas alturas una auténtica leyenda de la canasta. La admiración, en cualquier caso, es mutua. “Creo que Maite ha sido, es y será una pieza muy importante para este equipo —apunta Alba—. Tiene un talento natural para jugar al baloncesto, una elegancia innata. Y, aparte de eso, destacaría su templanza, poco común para la edad que tiene”. El pasado 7 de mayo ambas se enfrentaron en la final de la Liga Femenina —el Valencia Basket de Alba derrotó al Perfumerías Avenida de Maite—, pero ahora ya solo piensan en la selección y tienen claro, al unísono lo confiesan, que prefieren jugar juntas.
“Hay una parte de talento, de competitividad o de técnica, pero después está el alma y el amor. Creo que no se gana solo con eso, pero sí que ayuda” — Alba Torrens
En plena preparación para el Eurobasket, que se disputa entre el 15 y el 25 de junio en Israel y Eslovenia, Maite y Alba transmiten plena confianza en las posibilidades de la selección, pero prefieren mostrarse cautas. “Creo que la mejor expectativa es no tener expectativas —afirma Alba—. Ir con la mentalidad de que todo puede pasar y estar preparadas para competir”. Alba habla por experiencia propia, ya que con la selección ha conquistado dos oros (Eurobasket 2013 y 2017), dos platas (Mundobasket 2014 y Juegos Olímpicos 2016) y cuatro bronces (Mundial 2010 y 2018, y Eurobasket 2009 y 2015). Un palmarés impresionante que confía en ampliar. Maite, que podría ganar su primer título con la absoluta, prefiere ir paso a paso: “Tenemos que centrarnos en el día a día y disfrutarlo, obviamente dándolo todo”.
La selección española de baloncesto femenino, al igual que la masculina, lleva un par de décadas haciendo las cosas muy bien. ¿Cuál es el secreto? “Creo que el gen competitivo que tenemos las jugadoras españolas está ahí siempre —se arranca Maite—. Lo tenemos desde pequeñitas y es algo que al final nos ayuda a tener éxito. También está la química, que se nota dentro y fuera de la cancha, el buen rollo que tenemos y que estamos unidas en lo bueno y en lo malo”. Sorprende lo claro que lo tiene una casi recién llegada como Maite. Alba, por su lado, añade algún intangible más a la ecuación: “Hay una parte de talento, de competitividad o de técnica, también están los entrenadores y la organización de la FEB, pero después está el alma y el amor. Creo que no se gana solo con eso, pero sí que ayuda”.
“El talento requiere trabajo. Hay gente que tiene mucho talento, pero luego se rinde, así que también es una cuestión de perseverancia” — Maite Cazorla
Y el talento, ¿qué papel juega? Alba considera que el talento es diferente para cada uno, pero que en el baloncesto en particular "surge cuando consigues estar aquí y ahora”. Un aquí y un ahora que, en su caso, implica compartir partidos y entrenamientos con las mejores jugadoras del país. Sí, el talento crece cuando conecta. Para Maite es fundamental el trabajo. “Creo que el talento, a veces, es innato, pero requiere trabajo. Hay gente que tiene mucho talento, pero luego se rinde, así que también es una cuestión de perseverancia”. Alba, que escucha atentamente a Maite, reacciona y se rinde a su compañera: “El talento se trabaja, muy bien amigui. Ya os digo yo que la selección está en buenas manos, la dejamos en mejores de las que estaba”.
