Rodrigo Sorogoyen

Escribió el cortometraje Madre pensado como una única escena. Pero sin pretenderlo, Rodrigo Sorogoyen (Madrid, 1981) supo que ahí había espacio para un largometraje. “Tenía un par de ideas de cómo podría llegar a continuar aquello”, asegura. Madre, el largometraje, ya era una realidad cuando la cinta fue nominada a los Oscar como Mejor Cortometraje de Ficción. Incluso se fue a Hollywood acompañado de su equipo para asistir a la gran gala del cine internacional. Unos días que el director describe “como una locura que disfruté, viví con mucha emoción e inconsciencia pasmosa en un mundo con el que no tengo mucho que ver, pero que rocé de soslayo”.

La película, que se estrena en cines el 15 de noviembre, da continuidad al multipremiado cortometraje (más de cien galardones nacionales e internacionales, Goya y Forqué incluidos), rodado en 19 minutos que cuenta, en un solo plano secuencia. En ella el espectador siente la angustia de una madre, Elena —interpretada de forma magistral por Marta Nieto—, al recibir una extraña llamada de su hijo Iván, que pasa unos días con su padre en una playa de la costa atlántica francesa. El niño está solo, la batería del móvil se está acabando y Elena sale corriendo en su búsqueda. Lo que sigue a esta historia, que se presentó en la Mostra de Venecia y que hará de cinta inaugural el Festival de Sevilla, es poco (o nada) previsible, ya que en contra de lo que podría esperarse, este no es un thriller al uso sobre un personaje en busca de alguien desaparecido. Como el propio director asegura, “la cinta no tiene un género puro, es algo muy poco visto en el cine español”.

Así, Madre, el largo, se desarrolla una década más tarde. Elena vive en la playa francesa donde desapareció su hijo, trabaja como encargada de un restaurante e intenta superar como puede la pérdida de su hijo. Pero un día aparece un adolescente que bien podría ser su hijo Iván. Escrita por Sorogoyen e Isabel Peña, su coguionista habitual, a la que el propio director define como “mi gran amiga, mi tándem y mi pasaporte a la felicidad, alguien de quien no quiero ni puedo separarme”, este rodaje, en el que participan los actores Àlex Brendemühl y Jules Porier, ha sido el mejor que el director ha vivido nunca. “El hecho de estar cuatro semanas fuera de tu casa, rodando en un sitio mágico, como son Las Lanzas (Francia), con esas playas inmensas, respirando aire puro, es de lo mejor que me ha pasado”. Y es que después de la intensidad de El reino y Que Dios nos perdone, a Sorogoyen le apetecía “hacer algo más pequeño, más emocional e íntimo” y, de algún modo, “volver a los orígenes con Stockholm”, ópera prima que lo situó en el punto de mira allá por 2013.

Como bien dice, cada una de sus cintas “surge de una necesidad”. Así, tras su primera película como director después de codirigir 8 citas en colaboración con Peris Romano vendría el thriller policíaco Que Dios nos perdone, con Antonio de la Torre al frente, cinta que le mereció seis nominaciones a los Goya. Casi nada. Luego le tocaría el turno a El reino, con la corrupción en España como tema principal, y que se llevaría, entre otros reconocimientos, siete Premios Goya y cinco Feroz.

Poco más de seis años han pasado desde su debut en solitario como director en Stockholm y su último título, Madre. Pero antes, este madrileño, licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y formado como guionista cinematográfico en la Escuela de Cine Séptima Ars de Madrid y en la ECAM (Escuela de Cinematografía de la Comunidad de Madrid), comenzó su carrera como guionista de televisión en 2008, en Impares, de Antena 3. Ha escrito también guiones de otras series, como Rabia, Frágiles o La pecera de Eva.

Cine y televisión siempre han convivido en la carrera de Sorogoyen, quien asegura que “a diferencia de hace años, actualmente, apenas existen diferencias entre rodar para un medio u otro. Ha habido un trasvase de dinero y de profesionales en ambos campos, algo que considero muy positivo”. De hecho, el cineasta se encuentra estos días inmerso en su primera serie de ficción, Antidisturbios, creada junto a Isabel Peña y centrada en las vidas de un grupo de antimotines. Se trata de un thriller que constará de seis episodios de 50 minutos de duración producido por Movistar+ y protagonizado por un reparto encabezado por Raúl Arévalo, Roberto Álamo, Hovik Keuchkerian, Álex García o Vicky Luengo. Un proyecto que, según el propio Sorogoyen, tiene su origen “en el personaje de Roberto Álamo en la película Que Dios nos perdone”.

Viajar, y no solo con el cine de sus directores favoritos, como Charles Chaplin, Orson Welles, Stanley Kubrick o Paul Thomas Anderson, es otra de las grandes pasiones de Sorogoyen, quien asegura que, de no haberse dedicado al cine, hubiera sido fotógrafo de viajes. “Me encantaría rodar en el cono Sur, en lugares como Chile o Argentina, especialmente en La Pampa”. Y nos lanza un spoiler sobre un posible proyecto futuro: “Tengo en mente una película que quiero localizar en una isla griega”. Le seguimos la pista…