‘Metamorfosis’

Ovidio triunfa en Mérida

02/08/2019 · Por Carmen R. Cuesta
'Metamorfosis' en el Teatro Romano de Mérida
El actor Adrián Lastra en un momento de la representación de ‘Metamorfosis’. © Jero Morales - Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida

Un elenco de ensueño, un director —David Serrano— con heterogénea experiencia como autor de teatro musical y cine, y una adaptación de la premiada autora Mary Zimmerman son los ingredientes del éxito del que posiblemente sea el estreno más relevante de esta edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida.

El público no ha defraudado: por primera vez en casi veinte años se han agotado “prácticamente” las entradas en preventa y la dirección del Festival ha decidido otorgar a la obra una fecha extra. Y es que las Metamorfosis de Ovidio son, per se, un texto que ha gozado históricamente de predicamento e influido en multitud de autores medievales y barrocos. La adaptación que se representa estos días en Mérida, a cargo de la autora estadounidense Mary Zimmerman, fue galardonada con varios premios Tony en 2002.

Es el concepto de cambio el eje central de una obra que se estructura en diez piezas a medio camino entre lo épico y lo didáctico, con una narradora de excepción: Concha Velasco. La actriz vuelve al Festival Internacional de Teatro Clásico por tercera vez —tras Hélade y Hécuba— con un texto complejo, que juega con los géneros, y un reparto coral. A la vallisoletana la acompañan otro habitual del Teatro Romano de Mérida como es Pepe Viyuela, y un grupo de actores conocidos para el gran público por sus papeles en teatro, televisión y cine como son Belén Cuesta (Paquita Salas; Kiki, el amor se hace; La Llamada), Adrián Lastra (Billy Elliot, Toc Toc), Edu Soto (Cabaret, B&B), Ángela Cremonte (Los universos paralelos, Las chicas del cable), Pilar Castro (Julieta, Gordos), Secun de la Rosa (Días de Fútbol, Hamlet), Pepe Ocio (Smoking Room, Alta mar) y María Hervás (Iphigenia en Vallecas, Arde Madrid).

De repartos corales sabe, y mucho, David Serrano. Como escritor, uno sus primeros guiones fue un éxito: El otro lado de la cama. Poco después dirigió también en cine Días de fútbol, pero su hábitat es el teatro, donde ha dirigido o escrito obras como Billy Elliot, Los universos paralelos y Hoy no me puedo levantar, entre otras. Su elección de las Metamorfosis de Ovidio para el Festival de Teatro Romano de Mérida es arriesgada por la complejidad del texto original, una narración onírica que se vale de los mitos y comprende desde la creación del mundo hasta el momento en que el alma de Julio César se transforma en una estrella.

‘Metamorfosis’ se vale del humor y de la ternura para mostrar las emociones humanas: el amor, la codicia, el deseo…

La apuesta de Serrano tiene una base clara: diez actores para una adaptación en diez piezas que son casi obras en sí mismas, con multitud de personajes. “El sueño de cualquier intérprete”, en palabras de Belén Cuesta, la oportunidad de representar varios papeles —hasta siete u ocho— con muy diferentes registros. Las Metamorfosis de Ovidio son historias de marcado carácter ejemplarizante y didáctico, cuya narrativa lleva al espectador a reconocer dioses, ninfas, héroes y guerras.

Metamorfosis se vale del humor y de la ternura para mostrar las emociones humanas: el amor, la codicia, el deseo… Todos ellos se suceden en una representación que no da un respiro al espectador, y en la que los mitos se mueven alrededor de un elemento, el agua, que muestra ese cambio que da título a la obra. En Metamorfosis, la piscina central del escenario tiene, al igual que sus actores, distintos papeles acordes con su carácter cambiante. Es la piscina del rey Midas, el espejo de Narciso, el río Estigia…

La riqueza de la adaptación se completa con una sorprendente puesta en escena. Mérida y su Teatro son siempre un reto, y la sucesión de mitos e historias de Metamorfosis han hecho que los responsables de iluminación, Juan Gómez Cornejo, y escenografía, Mónica Boromello, hayan realizado un notable trabajo a la hora de enfatizar un vestuario, obra de Yaiza Pinillos, que conjuga modernidad y clasicismo y es a la vez simple y espectacular. La música original de Luis Miguel Cobo es una maravilla que merecería un capítulo por sí misma.

Zeus, Eurídice y Orfeo, Psique, Baco, Afrodita, Apolo, Faetón… Dioses y humanos se suceden en la obra y muestran sentimientos y debilidades inherentes al ser humano con un tono que pronto atrapa y hace al espectador identificarse con los personajes.

Las Metamorfosis de David Serrano están en cartel hasta el próximo 11 de agosto, pero la de Mérida es la única oportunidad para acercarse a esta historia-río de dioses, mitos, héroes y humanos falibles. Por problemas de agenda de su elenco —“el dream team”, como afirma su director—, la obra abre y cierra su recorrido en el Teatro Romano.

“Los que aman a los dioses, dioses son”, recita Concha Velasco al final de su intervención. También ella ha anunciado que esta es su despedida del Festival. Y no hay entradas.