Fernando Vicente

“Las ideas son más importantes que la maestría”

20/12/2019 · Por Enrique Bueres
el artista Fernando Vicente
El artista Fernando Vicente. © Paco Navarro

El dibujante madrileño Fernando Vicente es un clásico de la ilustración española con una carrera que se despliega a lo largo de varias décadas. Ganador de tres premios Award of Excellence de la Society for News Design, su última obra es un homenaje a la ciudad de Nueva York con algunos de los iconos que han contribuido a fijar el imaginario colectivo de la gran manzana.

Quizá uno de los mejores elogios que puede recibir un artista es decir que su estilo es inconfundible, reconocible al primer vistazo, como si cada una de sus obras tuviera sobreimpresa una marca de agua con su nombre y apellidos. Fernando Vicente (Madrid, 1963) lleva más de tres décadas creando trabajos caracterizados por su elegancia: desde sus inicios en los desprejuiciados años 80 en publicaciones como La Luna de Madrid, hasta los albores de los felices años 20 del siglo XXI. Su más reciente producción es el libro Espíritus de Nueva York (Editorial Lunwerg), con Alberto Gil a los textos, en el que se evocan los vínculos de veinticinco personalidades universales con determinados lugares de una ciudad extraordinaria que es también metáfora del mundo. 

Tu personal estilo hace que tus trabajos se te atribuyan rápidamente. ¿Cuál dirías que es la seña de identidad de tu obra?

La verdad es que no lo sé muy bien. Procuro que sea elegante y entiendo que es resultado de muchos años de trabajo.

¿Qué te define mejor? ¿Pintor, ilustrador, dibujante, caricaturista, artista?

Desde que era niño ya quise ser pintor, pero vivo de la ilustración y me encanta la palabra dibujante.

¿Tienes antecedentes artísticos en tu familia?

Sí, en mi casa hay una facilidad para el arte que viene de familia, como quien tiene oído para la música. Mis hermanas dibujan y mi madre empezó a pintar con 70 años y nos dejó a todos deslumbrados.

Ahora hay muchos cursos online para “aprender a dibujar”. ¿Se nace con ese don? ¿Crees que se puede aprender, aunque no tengas condiciones innatas?

Tener condiciones innatas es una ayuda, desde luego, pero todo se puede aprender. De hecho, son más importantes las ideas y tener algo que decir que hacerlo con maestría.

Acabas de publicar el libro Espíritus de Nueva York (Lunwerg). ¿Qué representa este trabajo?

Es un viaje a Nueva York en compañía de veinticinco personajes míticos. Me interesa mucho el abanico de personalidades que ha elegido Alberto Gil. Hay de todo: escritores como Arthur Conan Doyle, Carson McCullers, Kerouac o Lorca; músicos como Miles Davis, Jimi Hendrix o Leonard Cohen; actores y actrices como Marilyn Monroe, James Dean y Humphrey Bogart; pintores, por ejemplo, Andy Warhol y Frida Kahlo… Es un recorrido a lo largo de casi dos siglos de la ciudad.

¿Cuál es el personaje que más te interesa de los que has ilustrado?

Personalmente me gustan mucho Frank Sinatra, Poe y Whitman. Creo que hay personajes que no son los principales del libro, que pululaban alrededor, lo que también me ha permitido dibujarlos, como Lou Reed, los Ramones o Audrey Hepburn.

¿Qué opinión retrospectiva tienes de la Movida de los 80, época en la que ya muchos comenzaron a seguir tu trabajo?

Para mí fue un momento muy especial porque estaba empezando y aprendiendo a la vez. Guardo muy buenos recuerdos de aquella época y también muy buenos amigos.

Has hecho infinidad de obras para el mundo editorial, imprimiendo tu trazo en revistas, diarios, portadas de libros… ¿Eres muy lector?

Sí, me interesan mucho los libros y todo lo que ocurre alrededor. Creo que he conseguido, sin querer, centrar mi trabajo sobre este tema, ya sean caricaturas de escritores, libros ilustrados, carteles de ferias del libro, etc.

¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del arte?

Como te decía, dibujo desde que era niño; mis padres son muy aficionados a la pintura. Toda la familia visitábamos mucho el Museo del Prado.

¿Es el que sigues visitando con mayor asiduidad? 

Sí, de hecho hace poco que me hice amigo del museo para evitar las colas. Otro que me gusta mucho es el Museo Sorolla.

¿Con qué técnicas te sientes más cómodo? ¿Utilizas mucho los programas de ordenador para trabajar?

No, siempre trabajo con acrílico; cuando es ilustración sobre papel y cuando se trata de un cuadro sobre lienzo.

Cuando te hacen un encargo, ¿aceptas indicaciones o imposiciones y amoldarte a las exigencias del cliente?

Depende: si se trata de algo publicitario, entiendo que la idea es de la agencia y quieren que yo lo dibuje, pero el resto de mi trabajo lo hago con total libertad, ya sea prensa, libros ilustrados, carteles, etc.

¿Cuáles son tus principales fuentes de inspiración o referentes?

Imagino que los de mi generación, mis lecturas, el cine, los viajes. Y por supuesto gente a la que admiro.

¿A qué nivel dirías que se encuentra actualmente la ilustración española en el contexto internacional?

El nivel es muy bueno. Estamos viviendo un gran momento en la lustración en este país, y eso se nota fuera. Muchos ilustradores españoles trabajan para el extranjero porque hoy en día es muy fácil.

¿Qué nuevos talentos españoles o discípulos destacarías en el mundo de la ilustración?

Discípulos creo que no tengo, pero me gusta mucha gente joven como, por ejemplo, David de las Heras.

¿Estás preparando alguna nueva exposición? ¿Qué proyectos tienes ahora en marcha?

En este momento estoy acabando un libro de Sherlock Holmes, que es el último que me queda de los de Conan Doyle. También quiero exponer próximamente los dibujos del libro sobre Nueva York.