Marina Herlop

Un idioma universal

23/12/2022 · Por Rafa Cervera
Con su tercer disco, ‘Pripyat’, Marina Herlop ha llamado la atención de medios musicales tan prestigiosos como ‘Pitchfork’
Con su tercer disco, ‘Pripyat’, Marina Herlop ha llamado la atención de medios musicales tan prestigiosos como ‘Pitchfork’. © Anxo Casals

La primavera de 2022 trajo consigo un disco inusual en el panorama musical español. Cantado en un idioma inventado, hecho de pasajes sonoros sincopados y guiado por la experimentación, ‘Pripyat’ es un hallazgo artístico que confía en la universalidad de la música para generar emociones. Su artífice, Marina Herlop, se enfrenta ahora a una nueva etapa porque, al fin, su talento ha llamado la atención del público.

Tras la publicación de dos álbumes que pasaron casi inadvertidos, Nanook (2016) y Babasha (2018), la pianista Marina Herlop (Piera, 1992) —su apellido artístico proviene de la contracción de sus apellidos reales, Hernández López, que era como la llamaban en el colegio— se ha convertido en una artista de proyección internacional gracias a este trabajo. Una obra que la prestigiosa biblia musical Pitchfork definía así: “Da forma a un mundo futuro, uno donde el lenguaje no es necesario para establecer conexiones profundas con la tierra y con los otros”.

Pripyat fue un disco complicado de hacer. ¿Esa incertidumbre ha quedado compensada por su buena acogida?
Estoy muy satisfecha con cómo está yendo el disco y eso me está dando oxígeno para seguir. Mis expectativas estaban bastante bajas. No sabía qué esperar y más viniendo de dos discos de los que estoy muy satisfecha a nivel creativo pero que no tuvieron una difusión excesiva. El simple hecho de poder estar tocándolo y notar que hay personas que lo valoran supone algo muy importante.

Ha habido una evolución entre tu disco anterior y Pripyat, pero tu música sigue sin ser convencional.
Al ser mi tercer trabajo, el álbum ha pasado por más filtros de análisis. Y las herramientas de las que me he servido esta vez son electrónicas, con lo cual la música solamente podía cambiar. Por eso mismo las utilicé, para no hacer un disco parecido a los primeros. No quería volver a escucharme a mí misma tal y como ya me conocía.

“Me encuentro con públicos muy cálidos en lugares remotos. Hay un terreno fértil para la música experimental fuera de España”

Empezaste a tocar el piano a los nueve años, lo dejaste y después, ya en la Universidad, retomaste tu carrera musical.
En la Universidad me abrí a nuevas maneras de pensar y eso a su vez me hizo recuperar mis pasiones musicales. También estaba el hecho de que estudiaba dos carreras que prometían poco a nivel laboral, porque lo que te meten en la cabeza cuando estudias periodismo es que va a ser muy difícil encontrar trabajo, así que pensé: puestos a estudiar cosas sin salidas, voy a estudiar lo que más me gusta, música.

Pripyat es una obra que apela a las emociones, no es un disco frío ni cerebral.
Creo que eso es porque en él hay más pop del que parece. Hay estructuras que se repiten y eso genera compromiso por parte del oyente. Además hay elementos musicales que, aunque pasen desapercibidos, son importantes de cara a eso. También algunas melodías tienen reminiscencias de la música popular, del folclore, de las canciones infantiles...

Pitchfork reseñó el disco otorgándole un 8 sobre 10. ¿Ha ayudado eso a que también te descubran aquí?
Para conseguir un poco de atención a nivel local, necesitas también una poca a nivel internacional. A veces te encuentras con más felicitaciones cuando un medio o una persona reconocen tu trabajo que cuando lo publicas. Parece que tiene más valor que alguien te diga que vale la pena, es una especie de sello de aprobación, que escucharlo y decidir por ti mismo si la merece o no.

¿Tus actuaciones fuera de España te están permitiendo crecer?
El hecho de tocar fuera y que la gente valore y acoja mi música me choca. No sabía que hubiese un circuito tan amplio de música experimental en Europa y Estados Unidos. A veces me encuentro con públicos muy cálidos en lugares remotos. Hay un terreno fértil para esta música fuera de España.

¿Qué respuesta te llega por parte del público?
Hay gente que me ha escrito mensajes muy emotivos, diciéndome que el disco o alguna canción ha marcado una época de su vida. Pensar que la música que hice en mi habitación pueda ahora significar algo para otras personas es difícil de asimilar. Lo veo como una gratificación enorme.

“Pensar que la música que hice en mi habitación pueda ahora significar algo para otras personas es difícil de asimilar”

¿Qué es para ti el talento?
La perseverancia. Seguir, seguir, seguir, da igual si llueve o graniza o si estás es un desierto. Si me da por algo difícilmente voy a sucumbir a las inclemencias. He aprendido que la perseverancia igual no te reporta una recompensa externa, pero siempre te da una personal.

¿Cuáles son tus planes a medio y largo plazo?
Tengo la agenda a rebosar y estoy muy contenta por ello. La idea es seguir dando conciertos durante 2023. Pero quiero volver a sumergirme en el mundo de la creación. Estar haciendo la maleta, conociendo a gente y actuando es lo opuesto a estar en tu casa con una infusión dándole vueltas a un tema. Así que espero poder hacer un descanso de la gente, de las redes y del ruido para ponerme a trabajar en nuevas canciones. Necesito irme sola a algún sitio perdido, a trabajar con intensidad pero sin presión.

“He aprendido que la perseverancia igual no te reporta una recompensa externa, pero siempre te da una personal”

En definitiva, ¿necesitas rodearte de cierta calma para crear?
Puedes pasar todo un día trabajando y no sacar nada, pero ese día de trabajo es necesario para saber que lo que has hecho no te gusta. Y eso, en la sociedad hiperproductiva en la que vivimos, es inconcebible. Para romper con eso necesitas irte y olvidarte. Toda la música que he hecho hasta ahora la he creado sin que nadie me prestara mucha atención. Nunca tenía que cumplir expectativas ajenas y no había riesgo de decepcionar a alguien. Me genera cierta inquietud saber que con el próximo disco ya no va a ser así.