Reparto Studio

En 2018, tras graduarse en IED Madrid, Ana Viglione y Margil Peña fundaron su propia marca (Reparto Studio) con una premisa: “Ir en contra de la producción masiva injustificada”, la cual plasmaron en un manifiesto. Así, términos como reutilización, customización o reciclaje se convirtieron en la base sobre la que se asientan sus colecciones, permitiéndoles, además, ajustar sus precios. Para ambos, cada producto textil ha de tener —y transmitir— un concepto, porque sin él las prendas no son moda, solo ropa. De esta forma, huyen de las colecciones vacías y justifican cada uno de los looks, inspirados en la cotidianeidad y con toques de humor, que crean. En la última edición de la MBFWM, su talento fue reconocido con el Premio Allianz Ego Confidence in Fashion.

Reparto Studio se funda en 2018. ¿Cómo habéis evolucionado desde entonces?
A veces nos parece increíble lo rápido que ha pasado todo, pero cuando echamos la vista atrás nos damos cuenta de que cada año hemos intentado superarnos y eso ha hecho que estemos donde estamos ahora. Lo que empezó siendo un sueño, poco a poco se ha convertido en nuestra realidad.

A la hora de crear la marca, ¿cómo decidisteis qué papel jugaría cada uno?
La división de labores es una de las cosas que más nos costó cuando arrancamos. Los dos trabajábamos de forma muy parecida y aprendimos a dividir cada departamento. Aunque ambos nos involucramos en cada proceso, Margil lidera la comunicación, las redes sociales o la administración, mientras que Ana se focaliza más en el desarrollo de las colecciones.

“Es importante ser consciente de que dedicarte a fondo a tu pasión te hará sacrificar otras cosas de tu vida”

Definís vuestra firma como “moda que crea personajes". ¿De dónde surgen?
Reparto Studio, por definición, es una marca de moda que crea personajes inspirados en momentos o circunstancias con las que nuestro público pueda empatizar. Algunos personajes surgen de forma inconsciente, de anécdotas relacionadas con nuestro entorno, pero siempre intentamos hablar de temas sociales, reivindicando y visibilizando conceptos que no se suelen tratar en el mundo de la moda.

Y si fuerais un personaje, ¿cuál seríais?
Crear conceptos creativos tiene un punto narcisista innegable, ya que en el fondo estás hablando de ti o de cosas que te interesan o te definen y dándoles una forma física, en este caso una prenda. Así que cuando sacamos un personaje nuevo, que habla sobre la ansiedad, los alquileres prohibitivos o, incluso, sobre tomarte unas latas en la puerta de una discoteca, hablamos de nosotros y de nuestro entorno con la intención de que la gente pueda sentirse identificada.

Entonces, ¿a quiénes van dirigidos vuestros diseños?
A quienes empaticen con las historias que contamos con cada personaje y a quienes quieren desmarcarse del fast fashion. Lo que más ilusión nos hace es ver a gente por la calle con nuestra ropa.

¿Qué consejo le daríais a alguien cuya pasión sea el diseño de moda?
Sea cual sea tu pasión, si es verdadera, nunca puedes olvidarla; así que desarróllala como afición, como trabajo o como proyecto de futuro. También es importante ser consciente de que dedicarte a fondo a tu pasión te hará sacrificar otras cosas de tu vida y eso es lo más difícil de dedicarle tanto tiempo a una única cosa.

¿Qué talentos ha de tener alguien que quiera dedicarse a la moda?
Para estar al frente de una marca de moda emergente como la nuestra es necesario tener paciencia, muchas ganas de trabajar y un poco de inconsciencia. A la vez, siempre hay que tener muy presente cómo empezaste, pero no cómo vas a acabar.

“Intentamos hablar de temas sociales, reivindicando y visibilizando conceptos que no se suelen tratar en el mundo de la moda”

Y hablando de talento, ¿quiénes son vuestros referentes?
Son marcas como Rottingdean Bazaar, de los artistas multidisciplinares James T. Buck y Luke Brooks, la firma neoyorkina Vaquera, la diseñadora británica Ashley Williams, las creaciones del diseñador mexicano Víctor Barragán y de la también mexicana Bárbara Sánchez-Kane, la afamada Vivienne Westwood, las iconoclastas Maison Margiela y MM6, y Balenciaga, entre otros.

¿Cómo entendéis vosotros la sostenibilidad?
Para nosotros siempre ha sido importante, tanto en lo medioambiental como en lo social. Cuando iniciamos el proyecto nos prometimos justificar cada look e ir en contra de las colecciones vacías. Creamos una especie de manifiesto en contra de la producción masiva injustificada. La moda es transmitir un concepto a través de un producto textil que viste a una persona, sin eso es solo ropa. Hace poco, nuestros amigos de Jane Bardot, nos hablaron sobre la moda consciente y es un término con el que nos sentimos muy cómodos.

“La moda es transmitir un concepto a través de un producto textil que viste a una persona, sin eso es solo ropa”

¿Cómo veis el presente y el futuro de la moda?
La industria textil es una de las que más dinero mueve en el mundo y, a la vez, una de las que más contamina y con mayor explotación laboral. En un futuro próximo, esperamos que se minimice el desecho de materiales que genera la fast fashion y que se castigue de forma severa el incumplimiento de los derechos laborales.

Si tuvierais el superpoder de cambiar algo en el mundo de la moda, ¿qué haríais?
El problema no está en el mundo de la moda, sino en nosotros. El sobreconsumo nos empuja a comprar cada vez más y más, una rueda muy difícil de parar. Así que, si pudiéramos cambiar algo, haríamos de esta sociedad una más consciente y empática.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?
Ahora mismo estamos preparando la nueva colección con la que desfilaremos en la MBFWM Allianz EGO y también estamos trabajando en los uniformes del staff de ARCO para su siguiente edición.