Redondo Brand

Al rescate de la elegancia

06/06/2022 · Por Rocío Navarro
Jorge Redondo, el diseñador detrás de la marca Redondo Brand
Redondo Brand apuesta por la elegancia clásica sin renunciar a la modernidad. © Charly Calderón

En su debut sobre la pasarela, Redondo Brand ha alcanzado un hito solo reservado a los elegidos: el premio a la mejor colección en la 75ª edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM). El diseñador favorito de las famosas, un nostálgico de la elegancia clásica que destilaban las mujeres décadas atrás, ha encontrado la manera de recuperar lo chic desde el ingenio y con la dosis justa de sensualidad.

Una colección inspirada en Nan Kempner, la socialité a la que Diana Vreeland catalogó como la única mujer chic de América, le ha bastado a Jorge Redondo (Cáceres, 1993) para confirmar su talento con la aguja. Aunque el ahora diseñador comenzó su carrera en la moda escribiendo crónicas de desfiles, pronto sintió la llamada de la creación. Su habilidad ha sido legitimada con el premio a la mejor colección en la 75ª edición de la MBFWM y por decenas de famosas —muchas de ellas, reincidentes— que visten sus diseños sobre las alfombras rojas. Las creaciones de Redondo Brand están tocadas por un encanto vintage tamizado por el empoderamiento y, según el propio Jorge, su éxito radica en volver a la elegancia clásica sin perder el punto sexy.

¿Cuándo supiste que tu vocación era ser diseñador y cómo empezaste a desarrollar tu talento?
Desde muy joven tuve claro que el diseño era mi vocación. Estudié bachillerato de Arte Técnico y luego empecé la carrera de Arquitectura. En paralelo, a los 16 años abrí un blog en el que escribía crónicas de alfombras rojas. En ese momento era algo muy novedoso y, aproximadamente un año después, me ofrecieron trabajo en un portal de tendencias. Me adentré así en el mundo del periodismo de moda, cubriendo pasarelas internacionales. Los desfiles y las presentaciones me emocionaban mucho y me di cuenta de que quería ser yo quien creara y transmitiera eso al público. Así, entre 2013 y 2020 me dediqué tanto a escribir como a diseñar.

En 2013 comenzaste diseñando complementos con tu marca Tita, ¿qué te hizo dar el salto a las colecciones de moda?
Comencé diseñando complementos porque mi intención era hacer un proyecto completamente digital y los accesorios son fáciles de vender online. Pero, realmente, lo que me inspiraba era crear un estilismo completo. Por otra parte, mis amigas empezaron a tener bodas y, como periodista de moda, me preguntaban dónde podían vestirse. Vi que había poca oferta, muy repetida y elevada de precio, y de esa oportunidad de mercado y de mi necesidad de expresión del total look surgió la idea de Redondo Brand.

“Los desfiles me emocionaban mucho y me di cuenta de que quería ser yo quien creara y transmitiera eso al público”

Además de la costura, diseñas vestidos de fiesta a precios bastante accesibles, ¿cómo consigues mantenerlos?
Tenemos dos líneas de negocio, una es la costura a medida con tejidos de lujo y un precio más elevado, y la otra es una propuesta más comercial. Siempre tuve claro que el principio de la marca tenía que ser ese. Una de mis grandes tareas cada temporada es buscar tejidos asequibles, pero con un acabado de alta gama. Eso, junto con la producción en cadena, nos permite mantener los precios de venta.

¿Qué ha supuesto para ti ganar el premio a la mejor colección en la MBFWM?
Para mí el desfile suponía, después de haber vestido a celebrities en alfombras rojas importantes, una consolidación de la marca y sus valores. Ha sido el cierre de un círculo. Que nos dieran el premio es un reconocimiento al trabajo y a la manera de concebir una colección, y ha tenido más impacto del que me esperaba porque ha irrumpido en una fashion week muy equilibrada.

Nan Kempner fue la inspiración del desfile en la MBFWM, ¿hay algo de nostálgico en tus colecciones?
Me siento muy inspirado por las mujeres y siempre recurro a ellas, a perfiles muy elegantes que creo que se están perdiendo. Ahora la tendencia invita a ser muy alternativo y, aunque me divierte en su dosis justa, me da un poco de pena que las nuevas generaciones de actrices y cantantes pierdan esa elegancia clásica. Puede que sea mi estilo, más tradicional, el motivo por el que me atraen las figuras clásicas.

Además de la socialité estadounidense, ¿qué inspira tu talento y tu universo creativo?
Cuando iba a cubrir la pasarela de París o de Milán me encantaba el desfile, pero disfrutaba igual viendo a las invitadas. Como cada una llevaba la colección a su estilo. Ver a mujeres reales me inspira mucho, me dan fuerza y pienso: “¡Guau! Hay gente así de maravillosa”. Ese es mi universo creativo.

Tienes una legión de famosas que son fans declaradas de tu marca, ¿qué las enamora de Redondo Brand?
Según me dicen ellas, somos una marca que se adapta mucho a lo que buscan sin perder de vista nuestra identidad y siempre resaltando el lado femenino. Para mí es muy importante mantener la elegancia, que se vean favorecidas y con alguna nota sexy. Eso es lo que les gusta y les hace repetir. Por supuesto, también valoran los buenos patrones y la confección de calidad, o que propongamos algo rompedor si tienen una gala de noche o algo más clásico para una boda, pero manteniendo nuestra visión y su personalidad.

“Me siento muy inspirado por las mujeres y siempre recurro a ellas, a perfiles muy elegantes que creo que se están perdiendo”

Has declarado que te apasiona la costura, ¿qué representa para ti esta técnica de trabajo artesanal?
Para mí lo es todo. Cada diseñador tiene su visión, puede ser más alternativo o más clásico, pero en el taller la confección es la misma: para conseguir un acabado bueno hay que coser de una determinada manera. Ese es el factor común a todas las marcas. Creo en el taller, lo clásico funciona muy bien y permite introducir nuevas tecnologías y materiales. Es algo que me recuerda mucho a la arquitectura, a las estructuras, y me interesa mucho.

El taller también permite una producción más lenta y consciente, ¿es vuestra mirada hacia la sostenibilidad?
La costura es algo muy slow, un proceso artesanal donde una persona hace a mano todo el traje. También apostamos por la creación de proximidad y sin excedentes, que es algo muy demandado en todos los sectores. Si hacemos un vestido, pedimos solo tela para ese vestido, por ejemplo.

¿Cuáles serán los próximos pasos de Redondo Brand?
Asimilar este boom e intentar atender a todas las clientas que lo solicitan. El taller está completo y, lamentablemente, tenemos que decir que no a algunos pedidos. Nuestro objetivo es centrarnos mucho en la clienta, mantener la inspiración para los próximos desfiles y colecciones, y seguir trabajando en esta línea.